
Narra Tom
- Mierda – exclamé fregándome los ojos, estaba algo cansado y apenas apoyé mi cabeza en la almohada me quede dormido y para mi bendita “suerte” desperté apenas faltando 8 minutos para que empezara la clase.
Me levanté de la cama algo grogui aún y me tiré una buena parte de agua de la canilla en la cara intentando despabilarme, pensé en ducharme pero ya no tenia demasiado tiempo así que me cambié de remera y salí lo más rápido que pude luego de tomar mi mochila.
No tenia demasiadas ganas de volver a allí después de lo que había pasado y menos cuando sabia que no tenia modos de justificarme, aunque en mi mente había un par de buenas excusas, algo en mi no se sentía bien mintiéndole a ella.
No me demoré en llegar y afortunadamente el asiento que estaba a su lado se encontraba libre, una parte de mi se alegro y sonriendo satisfactoriamente me senté allí.
- Hola – susurré mientras sacaba mi cuaderno y mi bolígrafo, la profesora aun no entraba al salón y eso me daba tiempo para intentar arreglar las cosas. Esperé su respuesta y no llegó. Me encogí de hombros y me molesté un poco aunque debía entender que su comportamiento tenía muy buenos fundamentos.
- Hola – dijo al fin distrayéndome de todo lo demás, me giré apenas para mirarla y sonreírle.
- Emm, esto, siento mucho lo que pasó .. ya sabes ehm .. – no seguí hablado, diablos! Me temblaba la mandíbula al dirigirle la palabra, me sentía un completo idiota delante de ella, vulnerable.
- Claro – me dijo ella de modo sarcástico, como ignorando todo lo que le había dicho antes, me ponía nervioso que hiciera eso.
- De verdad, se que fui un completo idiota – seguí rebajándome a mi mismo, ¿que seguía? ¿Decirle que me moría por hacerla mía, que no quería pelear con ella, y que comenzaba a gustarme?, eso seria algo que definitivamente no diría.
- No me cabe la menor duda – me miró y sonrió enojada, yo simplemente tragué saliva mientras formulaba una oración al descoordinada en mi mente.
- Lo siento mucho Belu – tomé su rostro con una de mis manos haciendo que me mirara, no podía seguir comportándose de esa forma conmigo, no después de esto. La besé en la comisura de los labios, fue un beso suave, casi un roce.
- Que me beses de esa forma tan .. arght – no pudo seguir su oración y fingió enojo – no va a ser que cambien las cosas Thomas – terminó de hablar aun “molesta”
- No me digas Thomas, mi nombre es Tom – le dije en un susurro acomodándome en la silla a modo de quedar mal sentado y muy cerca de ella.
- Como quieras, Thomas – volvió a llamarme así.
- No me provoques – le advertí, si bien lo que pensaba hacerle no era nada malo, era mejor que ella estuviera prevenida. La vieja loca que teníamos de profesora no había llegado y algunos comenzaban a impacientarse y caminaban de adentro hacia afuera del salón.
- No te tengo miedo – puso los ojos en blanco y se corrió el pelo dejándome su cuello al descubierto, ¡Genial! – pensé
- Será mejor que temas – me acerqué a su oído lamiendo su lóbulo y haciéndola soltar un suspiro, antes de correrme, pude besarle el cuello suavemente.
- ¿En donde mierda te pensas que estamos? – me observó abriendo los ojos como platos y con un claro gesto de que estaba loco, y si, lo estaba.
- En un salón de clases y eso .. ¿que tiene? – le pregunté sin importarme en lo absoluto donde estábamos.
- ¿Cómo que qué tiene?, no vuelvas a hacer eso – me fulminó con la mirada y se alejó un poco de mi, me encantaba eso.
- Señorita Belén .. ya estoy perdonado ¿no? – le dije cambiando de tema mientras me levantaba de la silla, en ese momento entró el director pidiendo silencio y que volviéramos a nuestros respectivos lugares.
- Estimados alumnos – ¿tanta formalidad era necesaria? – les informo que la profesora de música no pudo acercarse hasta la institución para dar su respectiva clase, por lo tanto pueden retirar – en ese momento todos se levantaron, incluyéndome. Belén intentó ser más rápida que yo y escabullirse para no responderme, pero la alcancé y la tomé del brazo.
- ¿Y ahora que queres? – me dijo de mala manera, se veía tan sexy en actitud de molesta.
- ¿Vas a responderme? – le sonreí pícaramente sin dejar de mirarla de arriba abajo.
- Ahh eso, aún no lo sé – me dijo simplemente deshaciendo mi agarre y yéndose del lugar contoneando su cuerpo, ¡Dios! Como me ponía.
- ¡Amor! – oí la voz de Alba detrás mío dirigiéndose claramente a mi persona.
- ¿Como estas? – me giré para recibir su abrazo y a la vez agradecer internamente que Belu se haya ido. Noté que había una chica al lado de Alba, nos miraba significativamente a ambos mientras estábamos abrazados.
- Y ella quien es? – le pregunté mientras miraba a la otra chica haciendo una mueca de confusión.
- Ella es Marie, mi mejor amiga – la chica sonrió a medias algo incomoda y ¿molesta? Por mi mirada tan minuciosa sobre ella – Marie el es Tom, mi .. novio – le indicó a ella en un susurro, la expresión de ambas pareció quebrarse por un momento, como si quisieran quitarme del medio, tal vez solo era una loca idea mía.
- Encantado – le tendí mi mano a modo de un saludo más formal y me acerqué a ella para besar su mejilla, al parecer ya estaba un poco más cómoda - ¿Y .. que hacen aquí? – les pregunté.
- Es que Marie estudia aquí y quise acompañarla – me dijo Alba.
- Oh que bien - les dije de manera falsa, de seguro no lo notaron por lo que agregué una pequeña sonrisa.
- Pero por lo que veo se están yendo todos ¿no? – ¿No es obvio estúpida?, se supone que si la gente esta saliendo, es porque, se están yendo.
- Ehm, si, lo que sucede es que la profesora no vino – le dije.
- Bueno, supongo que entonces me voy chicos, los dejo solos – dijo viéndome mal, ¿qué le pasaba a esta?
- Vale Marie, nos vemos luego – le dijo Alba saludándola con un beso en la mejilla, parecía querer irse con ella, mierda, ¿no me digas que estas celoso de eso Tom? Idiota – me dije.
- Adiós – le dije yo una vez que se estaba yendo volví mi mirada hacia Alba con una sonrisa picara – ¿Que quieres hacer? – le pregunté mientras movía mi piercing.
- Lo que vos quieras – se acercó a mi y tomando mi remera para acercar mi rostro al suyo me beso.
- Te parece si vamos a mi casa, Bill no llega hasta más tarde y estamos solos – le guiñé un ojo y me acerqué a su oído respirando cerca de él, sabia que eso le gustaba a cualquier chica.
- Me encanta la idea – Tomó mi mano mientras nos dirigíamos hacia mi auto. Nos subimos en el y pasadas unas cuantas caricias algo subidas de tono llegamos.
Seguimos tomados de la mano y en cuanto ingresamos comenzó a besarme más apasionadamente que otras veces, no me sorprendí por eso en aquel momento y dejé mi mano cerca de su cintura para no despagarla de mí, nuestros cuerpos a esa cercanía se llevaban demasiado bien. Intensifiqué el agarré de su cintura y mientras comenzaba a bajar por su cuello con mi boca, ella enredaba sus piernas en mi torso al mismo tiempo que la recostaba sobre lo primero que encontré en mi camino, el sillón del living.
Besé por consiguiente su cuello, al mismo tiempo que mi propia lengua se encargaba de hacer aquellos besos, tibios y húmedos. Le saqué rápidamente la remera mientras ella con sus manos hacia lo mismo con la mia, ambos estábamos comenzando a entrar el calor y eso no era malo por el momento, solo que luego, se haría imposible parar. Jugué un momento con unos suaves mordiscos por el contorno de su ropa interior hasta que desabroché su corpiño haciéndolo caer al suelo rápidamente. Me dediqué a acariciar besar y lamer ambos pechos desnudos haciéndola gemir de placer ante el contacto.
Sus manos comenzaron a acariciar mi zona baja por sobre el pantalón haciéndome soltar unos cuantos suspiros, luego las llevo hacia el cierre bajándolo por completo y quitándome el pantalón de una vez. Mientras la besaba, no me sentía completamente seguro de lo que hacia, nunca me había sentido así y me molestaba sentir aquello, pensaba en Belén, en que estaba con ella y no con Alba. Moví la cabeza intentando despejarme de aquellas ideas pero tuve que separarme de ella antes de que comenzara a tocar mi miembro.
- ¿Que sucede? – me preguntó ella con la voz algo entrecortada mientras se recostaba en mi pecho.
- Nada – mentí, soné bastante creíble, de no haber sido porque estaba a punto de terminar de tener sexo con ella y me separé automáticamente sin que nada hubiese sucedido.
- Tom, no soy idiota – No, no lo sos, yo lo soy - me dije a mi mismo en mi mente.
- Solo, estoy muy cansado – le respondí y bostecé mientras la abrazaba contra mi pecho y le acariciaba el pelo, deseaba tenerla así a ella.
Continuaa!! *-*
ResponderEliminarContinuuaa! esta muy buena!!
ResponderEliminarme encanto!!!! escribis muy bien =)
ResponderEliminarya me lei todos los cap.. continua pleasee :)