
Narra Tom
¿Tom, en que lio te has metido? Fue la primera pregunta que azotó por un momento mi cabeza, simplemente había tenido la amabilidad de invitar a aquella solitaria chica a salir a tomar algo conmigo, todo un privilegio ¿no?
Me sobé la nuca recordando que también tenía novia, aunque no estaba demasiado seguro respecto de si éramos precisamente eso. Alba. Ella era una chica maravillosa, muy agradable conmigo, simpática, mi chica ideal, eso sin descontar las noches de placer que pasábamos cada que la tenia en mi cama. Solo me tomaría esta salida como una forma de despejarme de todo, estar con ella no traería grandes consecuencias, solo era mi compañera de clases y tendría que verla la mayoría del tiempo por lo que debía intentar no sobrepasarme con ella de ningún modo. Había algo de su personalidad que sin duda me había atrapado, no era con las demás chicas con las que había andado, era diferente incluso se podría decir que me hacia sentir inferior a ella con solo mirarme o tratarme de cierta manera, esa actitud ruda que estaba tomando conmigo me fascinaba, sin dudas era todo un reto pero sabia que no demoraría mucho en caer a mis pies, como sucedía con la mayoría.
Tomé mi guitarra y una libreta que tenia cerca, comencé a anotar un par de notas sueltas sobre la partitura, simplemente ponía las primeras que se me venían a la mente sin darle demasiada importancia. Las toqué intentando que sonaran armoniosamente, seguramente el que escuchara aquello pensaría que es un desastre, hasta yo mismo lo pensaba pero que va, estaba haciendo lo que me gustaba y estaba... pensando en una chica, ¿Yo? ¿Pensando en una chica? Esto era demasiado imposible, no pensaba en UNA chica hace siglos, en cambio, pensaba en las cosas morbosas que podía practicar con la primera que encontrara por allí, pues mi cuerpo no parecía querer conformarse simplemente con mi novia.
- Tom, ¿Puedo pasar? – tocaron la puerta de mi habitación y claramente la voz proveniente desde fuera era la de Bill, mi gemelo.
- Si, pasa – le respondí aun concentrado en lo mío.
- ¿Estas componiendo? – me miro entre extrañado y a punto de reír, yo solo levanté una ceja esperando que eso le sirviera de afirmación y continuara hablando - Lamento tener que molestarte – esta vez si soltó una risita.
- ¿Qué mierda quieres Bill? – lo miré algo molesto, no entendía por que demonios se reía de mi, hacíamos música juntos ¿no era así?
- Tranquilo – hizo un gesto con las manos y suspiró – solo quería saber si no has olvidado lo del sábado.
- ¿Qué sucede el sábado? – lo miré sin entender.
- Es la noche de micrófono abierto, ¿recuerdas? – ¡Cierto!, Andreas nuestro mejor amigo nos había invitado al bar de su padre todas las semanas, diferentes días para pruebas de sonido y hablar de las idioteces que se nos cruzaban en el momento, hasta que al fin una bendita idea calló del “cielo” y nos propuso que tocásemos cuando quisiésemos, cosa que no me resultaba mal en lo absoluto, tocar la guitarra era lo mío y ¿por qué no hacerlo frente a todas las personas que iban allí?, pero había algo más el sábado gran problema, la salida con Belén, yo mismo me sorprendía de seguir recordando su nombre aún.
- Ehm si – le respondí mirando hacia otro lado, casi como fingiendo que era idiota - ¿Tenemos que ir?
- Por supuesto que si, y puedes decirle a Alba que te acompañe – me ofreció con una sonrisa en tono un tanto persuasiva al mismo tiempo que se sentaba a mi lado y tomaba mi libreta curiosamente para inspeccionar lo que había hecho.
- Ni loco – negué con la cabeza rápidamente – Ehmm digo, no, no creo que le interese estar allí – le quité rápidamente la libreta de las manos y la oculté debajo de mi almohada.
- Hey! Era bueno – ladeo la cabeza hacia un lado mirándome un tanto confundido, yo me maldije internamente por lo dicho anteriormente – ¿Estas bien? – me preguntó con tono de preocupación.
- Si Bill, no tengo fiebre, aún camino y no me falta el aire, ¿feliz? – sonreí un poco molesto de que me mirara de aquella manera, sabia que le estaba ocultando algo, pero por más que no era la gran cosa, no se iba a enterar de eso ahora.
- Me das miedo Tom, estás raro – me miró un tanto serio esta vez, me ponía nervioso que hiciera eso, pero respiré hondo y miré mi guitarra un momento.
- Bill de verdad, no te crees ideas en esa mente retorcida que tienes, no me van tus clases de psicología eh – toqué unos cuantos acordes sin prestarle la más mínima atención.
- Ok, pero si querés hablar ya sabes que estoy, golpeas mi puerta, me decís “boludo abrí” y tu hermanito va a estar para vos – rió con lo ultimo provocando que en conjunto con lo que había comentado antes riera yo también.
- Gracias – hice voz de gay y lo acompañé hasta en mi semblante. Reímos nuevamente.
- Me voy Tom, supongo que voy a estar un tiempo en casa de Aly, a menos que me necesites – ciertas palabras en esa oración para mi estaban de más.
- Nooooo – negué rotundamente – Por mi quédate el tiempo que quieras allí eh, sin problemas bro – solté una risa y estiré las piernas acomodando mi gran pantalón – y dale saludos a Alba de mi parte – agregué guiñando un ojo, Bill volvió a mirarme raro de nuevo.
- Eh.. De acuerdo – cerró la puerta por detrás de él antes de abandonar mi habitación y devolverme la paz que antes tenia .. aunque sabia que esa paz, al fin tenia nombre.
Dejen sus comentarios acerca del Fic, lo apreciaria mucho, las adoro. GRACIAS POR LEER♥
me encanta me encanta me encanta ♥♥
ResponderEliminarahora.. no entiendo... cuantos años vienen a tener los twins?
pasate por mi fic porfas http://utopiadetresadolescentes.blogspot.com , te lo agradecería =)
oh yeah XD JAJAJJAJA Marie, todo el morbo le pasaba por la head o sea e.e JAJAJAJ genial boloo XD amo los fics asi que espero the next chap! :D inspiracion, simplemente inspiracion =P No como lo mio es que mas flashero que lo que decimos a la mañana =O JAJAJAJJA see you later! ^^
ResponderEliminarbien.. no se que comentar porq es hermoso! seguire
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