jueves, 23 de septiembre de 2010

(Cap 5)



Narra Belén


A pocos metros de llegar al salón, Tom se ubico rápidamente a mi lado y tomó mi mano cuando entramos, aun había algunos lugares libres por lo que en cuanto yo me senté, el hizo lo mismo a mi lado.

You are like a bitter pill that I had to take.. Against my will.


Cantó Tom en voz baja, aunque por su tono de voz y la cercanía que había entre nosotros dos, se oía claramente.
- ¿Estas preparada para mañana? – Me preguntó acercando un poco su rostro hacia el mío. Sus ojos miel me atrapaban y negarse a lo que el pidiera era difícil.
- Si, después de todo es solo una salida .. contigo – hice una mueca de decepción y miré hacia otro lado.
- Si, solo conmigo – sonrió levemente jugando con el piercing de su labio, eso lo hacia jodidamente mil veces más sexy de lo que era – Además tendrás el privilegio de oírme y verme tocar – me guiñó un ojo.
- ¡Que interesante! – exclamé con un tono sarcástico.
- De hecho lo es, que no muestres interés precisamente en este momento no quiere decir que no te guste luego.
- Wouu que sorprendes, cuanta confianza en si mismo, chico “cool” – remarqué las comillas en el aire y lo miré mal, no me gustaba que fuese así.
- Soy un chico sumamente cool – me sonrió nuevamente, sentía que me estaba cargando, pero comprendí que “lamentablemente” era así.
Dejé de hablarle en cuanto la profesora ingresó en el curso e intenté como la ultima vez, concentrarme inútilmente, dado que se podría decir que comenzaba a interesarme en mi compañero, por razones que aun desconocía, nunca me había atraído un chico con su personalidad, no solo por el hecho de que jamás había conocido a alguien así, sino también por la situación en la que me encontraba, además de que por el momento no consideraba como prioridad comenzar a fijarme en algún chico con quien estar.
La clase transcurrió larga y aburrida, seria habitual que fuese así, solo esperaba que llegara la especie de “diversión” cuando comenzara las clases de canto, foniatría y expresión corporal, que para mi suerte compartía con él.
No quería comenzar a sentirme atraída por él, mucho menos me creía dispuesta a “enamorarme”.
- ¿Nos vamos? – Me preguntó logrando sacarme de todos mis pensamientos solo al oír su voz. Vi como tomaba mi bolso. ¿Acaso pretendía que me fuera con él?
- ¿Nos vamos? – repetí su pregunta torpemente confundida haciendo que el soltara una risotada que hasta casi me hace reír a mi. Permanecí un poco seria.
- Si, te llevo con mi auto hasta tu casa, ¿te parece? – miré hacia el piso algo perdida, ¿que me sucedía hoy?, el acarició mi mejilla y me tomó del mentón haciendo que lo mirara y con su brazo me acerco a él lo más que pudo – ¿Que dices? – susurró cerca de mis labios casi rozándolos, mi corazón latía aceleradamente y mis mejillas estaban algo rojas seguramente.
- De acuerdo, gracias – sonreí a medias y lo que vino después de eso, realmente para ser completamente razonable, despierta y mucho más sincera, no me lo esperaba. Posó sus labios carnosos sobre los míos, se sentían tan delicados ante el movimiento necesario para besar los míos que no quería que por ningún motivo se separara de mi. Apoyó su mano más firmemente sobre mi cintura y la acarició salvajemente, mientras incrementaba la intensidad del beso poco a poco haciendo que mi lengua y la suya se masajearan en una especie de batalla por ver quien devoraba más la boca del otro.
En ese momento oímos claramente como alguien aclaraba su garganta cerca nuestro y si, ahí estaba, esa maldita vieja que llegaba a cagarnos el momento, pero a decir verdad fue un alivio que haya sido de esa forma, porque por como iban dándose las cosas ese beso no iba a terminar bien si continuaba por unos minutos más. Nos separamos mirándola avergonzados y ella simplemente nos lanzó una mirada envenenada y se marchó de allí. Ya no quedaba nadie allí por lo que salimos nosotros dos también, no me anima a hablarle, solo sonreí y mantuve mi cabeza gacha hasta llegar a su auto.
Me abrió la puerta y espero a que me sentara para entregarme mi bolso y sonreírme tiernamente. Hizo lo mismo con el y en cuanto estuvimos listos dentro del auto lo puso en marcha, prendió su reproductor y se escuchó esa rara música por todo el auto. Ambos nos miramos de reojo durante todo el viaje sin decir nada, le indiqué donde era mi casa y a los pocos minutos llegamos.
- Te veo mañana bonita – susurró y se acercó hacia mi lado abriendo la puerta desde adentro, dejándome anonadada.
- Belén – le dije yo con voz cansada, de hecho lo estaba y mucho.
- Ok, nos vemos mañana, Belu – me susurró al oído y antes de bajarme me dio un pequeño beso en la comisura de los labios. En cuanto pisé la puerta de mi casa y me giré para abrir la puerta luego de despedirme con la mano de él, no pude evitar que una sonrisa picara de felicidad se escapara de mi en ese momento.


Dejen sus comentarios acerca del Fic, lo apreciaria mucho, las adoro. GRACIAS POR LEER♥

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