martes, 7 de diciembre de 2010

(Cap 15)


Narra Bill

- Hey! ¿Qué te pasa Tom? – le pregunté encogiéndome un poco de hombros, pero a la vez intentando sonar un poco duro con el, hacia días que estaba como un vegetal y sin motivo alguno, al menos para mi.
- Nada Bill, no me molestes – me observó despectivamente y agacho la mirada, juntando sus manos entre sus piernas, gesto para nada normal en el.
- Tom vamos, no estas nada bien ¿Por qué estas así? – me acerqué hacia su cama donde se encontraba sentado y me situé a su lado, intentando calmar las cosas.
- Si lo estoy – volvió a mirarme, esta vez si daba miedo, definitivamente si era algo razonablemente grave y si, no quería ni pensaba decírmelo.
- Vale, te dejo solo entonces – palmeé su espalda sin que el se permutara y lo observé un momento antes de irme. Las cosas con su chica se habían terminado, pero sabia que Tom estaba interesado en otra, generalmente luego de terminar con una relación, siempre se interesaba en otra.

Esta vez, parecía que las cosas se le venían difíciles, lo último que supe era que esa chica, tenia novio o algo así, no todo sale como uno quiere, y Tom no estaba queriendo soportar eso. Esta tarde teníamos una cita con los de la productora nueva, si a el se le ocurría cancelar todo, lo mataba, aunque intentaba comprenderlo, sabia que por una chica estas cosas no se desperdician y menos con tantos años de esperar y esperar alguien que se interese por nuestra música. Todo estaba saliendo perfectamente, Georg y Gustav eran nuestros bajista y baterista respectivamente y eso nos hacia más poderosos como grupo, las canciones estaban saliendo como pan caliente y eso también era bueno, Tom había despertado sus neuronas por un momento y antes de tiempo, decidió que cambiáramos el nombre, como estábamos de acuerdo lo hicimos sin problemas. Tokio Hotel, me gustaba, al menos no necesitábamos traducciones para eso, Tokio Hotel, seria Tokio Hotel y si por mi era, tenia planeado que llegáramos lo más lejos posible.
Por eso ahora menos que nunca podíamos permitirnos que alguien nos saque todo lo que con nuestro esfuerzo habíamos llegado a conseguir. Tom estaba siendo un completo cabeza dura pero no se había negado a asistir a la entrevista de hoy, lo haríamos sin presiones de ningún tipo.

Las cosas entre Aly y yo, las había cagado yo mismo, uno tiene prioridades pero ahora me arrepiento de no haber puesto el amor como prioridad, sino mi sueño, las cosas llegan a su tiempo ¿no?, pero ahora comenzaba a sentir que para mi, eso estaba algo lejos en ciertos aspectos. Sabía cuanto ella me quería, y ella sabia perfectamente como yo la amaba, tal vez aun soy muy joven pero, la soledad no es algo que vaya conmigo.
Seguía sentado en el sillón el living, lejos de Tom, la casa se encontraba lo suficientemente silenciosa como para permitirme pensar en silencio y dejar que mi mente divague por cualquiera de los proyectos que ahora la ocupaban. Busqué mi Ipod y puse el primer tema que estaba en su lista de reproducción.



I fell asleep on a late night train
I missed my stop and I went round again
Why would I want to see you now?
To fix it up, make it up somehow

Baby I'll try again, try again
Baby I die every night, every time

What I was isn't what I am
I'd change back but I don't know if I can ..




El celular en mi bolsillo, el que le había quitado a Tom, comenzó a sonar y no tuve más remedio que ponerle stop a la canción, me sentía patético ahora, me sentía mal, amaba esa canción y odiaba esos sentimientos de culpa, remordimiento y tristeza.

- ¿Hola? – respondí en un susurro, soné a Tom a decir verdad.
- ¿Tom? .. Ehmm .. - ¿Quién demonios era?, saqué el celular de mi oído por un momento y observé atentamente la pantalla, “Belén”, si .. creo que era ella, de todas manera no importaba, no era por hacerle daño a Tom, no quería que lo dañaran a el.
- Eh .. Hola, soy Bill – le respondí amablemente pero sin muchas ganas de hacerlo, creo que en parte se percató más de eso que de lo anterior.
- Ah hola – me respondió la chica del otro lado, de la misma manera, o incluso peor, se oía algo triste también.
- Tom, no .. el no, está – no servía absolutamente para nada, no me salía mentir, dios, eso me ponía sumamente nervioso. Jugué con el piercing de mi lengua intentando pensar en otra cosa mientras esperaba la respuesta de aquella chica.
- Ah vale, gracias – a lo ultimo creo que su voz se quebró y cortó la comunicación, si que era “rara”, y también si, definitivamente era ella el motivo por el cual Tom estaba así, tan descolocado de si mismo, tan desolado, hasta adolorido, nunca antes lo había visto así.

Volví a dar play a mi reproductor y me acosté seguidamente en el sillón donde me encontraba, obviamente escuchar aquella canción ahora no era lo mismo que hace minutos atrás, antes de la llamada, al menos eso me servía de distracción para no pensar en la estupidez que había cometido con Aly.

- Bill, ¿Quién llamo? – Tom me sacudió brutamente sobre el sillón, me había quedado algo dormido, no tuve más remedio que abrir los ojos y observarlo bastante molesto, como odiaba que me cagara cada vez que dormía.
- No sé, no me jodas – le respondí de mala gana y me giré, dándole la espalda, Tom permaneció en silencio, yo me coloqué los auriculares y seguí concentrado en eso. Al parecer, mi hermano nunca se rendía, y mucho menos si era para hacerme pasar todo el mal rato a mi, que en realidad también lo pasaba puesto que lo trataba para la mierda. El imbécil volvió a los pocos minutos y me tiró un vaso de agua o algo así, en momentos como este, no lo soportaba, deseaba ser hijo único de ser posible – Hey! ¿Qué mierda te pasa? – esta vez si que mi mirada daba miedo, y su cara de idiota me hacia aun más fácil las cosas.
- Solo quiero saber quien llamó, ¿Puedes darme el celular? – se encogió de hombros, como si fuera un niño pequeño o algo así, me recordó a cuando peleábamos siendo apenas unos niñatos. Le revoleé el maldito aparato y para su suerte lo atrapo a tiempo, evitando que callera al suelo.
- Métetelo por donde te quepa – le sonreí sarcásticamente mientras el miraba la pantalla, y buscaba en la lista de llamadas. Yo me levanté del sillón para irme a mi cuarto.
- Espera – me detuvo, ¡¿Ahora que quería?!
- ¿Qué? – le dije ya algo borde, estaba cansado y a el parecía importarle poco eso.
- ¿Hablaste con ella? – me observó algo, dolido, como triste, pero era más que eso, esta vez le dolía demasiado.
- Depende de cual de tus “ellas” te refieras – levanté ambas cejas examinando su expresión.
- Sabes de quien hablo Bill, ¿Qué dijo?, anda, dime – Por dios y todos los putos santos, Tom estaba, realmente .. enamorado, siendo tan joven, pero por sobretodo lo que más sorprendía, era que justo ÉL, esté así.
- Solo preguntó por ti, y le dije que, no estabas – se mordió el labio y miro al piso, hasta podía jurar que temblaba un poco.
- Quería, hablar con ella Bill – sus ojos se fijaron en los míos, aquellos del mismo color, brillaban demasiado, estando completamente tristes.
- Pues llámala entonces – Le sonreí a medias, como para intentar animarlo un poco al menos,
- No descuida, ya, ya no tiene importancia – lo ví dirigirse a la cocina, si el no hablaba con ella, yo trataría de hacerlo, era por el bien de mi hermano, me partía el alma el tener que verlo de esa forma, aunque en cierto modo, a mi se me daba mejor por esconderle lo mal que estaba, al menos ahora, ahora que ambos pasábamos cosas parecidas.
No, definitivamente, no me metería, me costaba no hacerlo, era la felicidad de Tom, y el era como mi otra mitad, me costaba terminar de debatir conmigo mismo, intentando buscar alguna forma de ayudar a mi gemelo ..

viernes, 3 de diciembre de 2010

Mañana 4/12 *-* Porta ♥

Acá, el video de trastorno bipolar, el titulo de su ultimo cd, muy groso tema, tiene fuerza el porta :)



Mis entradas hermosas *-*

jueves, 2 de diciembre de 2010

(Cap 14)


Narra Belén.
Un mes después.


Llevaba unas semanas saliendo con Lucas, aun no parecía ser nada oficial, la realidad era que para el si lo era.
Tom y yo no habíamos vuelto a hablarnos, ni siquiera me correspondía el saludo. Lo que menos quería era que terminara odiándome después de todo yo también tenia derecho a seguir con mi vida.

A mi me daba un no se qué cada vez que Lucas me llamaba aparte de la clase, Tom era consiente de todo lo que ocurría entre Lucas y yo, así que no tenia porque notarse sorprendido. Lo que yo no sabia hasta el momento era que el había decidido terminar con Alba, cuando hablando con Marie me enteré de eso e incluso el nombre de la supuesta chica, sentí por un momento satisfacción, mi idea jamás fue desearle el mal a nadie pero esto me hacia sentir bien, a costas de tal vez la infelicidad de esa chica.

- ¿Como te sentís? – abrí los ojos de a poco, intentando acostumbrarme a la luz del ambiente.
- Ehmm .. – pensé la respuesta, el dolor me impedía responder con mayor agilidad – La cabeza, me duele demasiado.
- Te desmayaste, amor – mierda ¿tan raro y horrible me sonaba que me dijera así? Si, de hecho si.
- Ah – suspiré colocando una de mis manos sobre mi frente, como si eso fuese a calmarme el dolor – pero .. ¿en donde estoy? – le pregunté entrecerrando los ojos a causa de la luz, el cansancio y el dolor, no solo me dolía la cabeza, ahora comenzaba a dolerme absolutamente todo el cuerpo y la situación en la que me encontraba no me hacia pensar que eso había sido solo un simple desmayo.
- En mi casa – respondió el sin darle muchas vueltas al asunto. ¡Genial! ¿Cómo demonios había llegado hasta allí? – y si te preguntas como llegaste, te desmayaste cuando salías de clase, por eso decidí traerte hasta acá.
- Muchas .. gracias, entonces – susurré apenas y cerré los ojos un momento.
- Vale, supongo que quieres descansar ¿no? – me miró apenado y a la vez se veía como un nene, sumamente tierno y atento.
- Si, un poco, gracias de nuevo – le sonreí un poco a pesar del dolor, que ahora comenzaba a desvanecerse lentamente.
- No me agradezcas hermosa – se inclinó lentamente hacia mi acercando su rostro al mio, pego sus suaves labios con mios y me besó delicadamente, no me producían nada aquellos besos, no los sentía ni nada que se le parezca. Dejó caer parte de su torso sobre mi y dejó las piernas a los costados mientras continuaba el beso y aumentaba la velocidad, las cosas parecían querer ir algo rápido, y yo no estaba dispuesta a esto, no con el. No se si no supe pararlo a tiempo o algo en mi no quiso, o no podía hacerlo, pero dejé que continuara besándome más apresuradamente mientras con una de sus manos jugaba por mis piernas y muslos.
Cuando dejó de hacer aquello siguió por mi abdomen y acarició toda esa zona por debajo de mi remera, desabrochando mi corpiño para ahorrar tiempo y quitar todo junto, eso ya no me estaba gustando, realmente asi las cosas no eran de mi agrado.

Me levanté bruscamente de ahí, quitándolo de encima mío, fui al baño de su habitación y allí me quedé, miré mi cuello, mi pecho y mis labios, estaban enrojecidos, no quería nada con el, nada, nunca había sentido nada más que cariño, no había lugar para el en mi vida, solo como un amigo, tal vez hasta un posible mejor amigo, pero no mas que eso, yo, yo creía que ya era tarde, quería a otra persona, amaba a otro.
Tom, él ocupaba mis pensamientos desde el momento en que lo besé por primera vez, o más bien el se encargó de besarme a mi y yo de corresponderle, supe que comenzaba a gustarme, sentía todas esas cosas estúpidas que llamaban “mariposas en el estomago”, me ponía nerviosa tan solo de verlo, y aun lo seguía haciendo, y el simple hecho de saber que estaba solo, me impulsa a que mi corazón se encontrara ocupado completamente por él, al igual que mi mente.
Me dejé caer apoyando mi espalda contra la puerta y fregué brutamente mis ojos notándolos algo húmedos, me ardían un poco.

Mierda, ¿estaba llorando? Si, así era, pero porque demonios lo hacia era aun más idiota de mi parte, lloraba por el, por el justamente estaba metida en esto, por el y por mi tonto capricho con un mujeriego que ni siquiera sabia si lo valía o no. El no me había valorado la primera vez, ni siquiera tenía porque hacerlo ¿no? Si me ponía a pensar en aquello, yo no tenia nada bueno que ofrecerle, lo había perdido casi todo, y lo poco que tenia, parecía querer volverse en mi contra, hasta sentía que mi apoyo, la música, me había metido en esta completa mierda.

¿Quién carajos me mandaba a enamorarme? ¿Y de él? ¿Justo de Tom Kaulitz? Un niñito con aires de superioridad al que el mundo le deja todo servido en bandeja y vive en un lugar color de rosas, fiestas, música, buen auto, chicas ingenuas para follar cuando lo necesite .. ¿Qué más puede pedir?. Yo, yo ni siquiera tenia a alguien lo suficientemente valedero como para tapar todas mis “heridas” suponía que ya iba a llegar, pero para mi sufrir ya era moneda corriente, no necesitaba explicaciones de algo tan habitual, nadie se ponía en mi piel, y eso era .. bueno a veces, me reservaba el que me tuvieran lastima, pero sufrir sola, no era lindo, era horroroso.

Mi mejor amiga hacia días que no me hablaba, estaba con su novio, y no la culpaba, pero las cosas se estaban poniendo demasiado turbias y hasta oscuras para mi, siento sonar sumamente fatalista pero esta realidad es asi, mi vida se estaba volviendo una mierda porque yo la llevaba por ese camino, si tan solo, uno pudiera alejarse de todo y no volver, cuantas ganas de hacer eso mismo tenia ahora. Doblé un poco mis piernas y coloqué mi cabeza entre ellas, cubriendo mis ojos. Los golpes en la puerta del baño no tardaron en escucharse, Lucas era bueno, solía resultarme raro ciertas veces, pero, no parecía ser alguien que apuntaba en mi contra, aunque esto no se trataba de buscar aliados ni mucho menos.

- Belén, ¿estás bien? – su voz sonó preocupada, era habitual escucharlo así debido a mi estúpida bipolaridad, era raro que ya no se hubiera cansado de eso, generalmente hasta yo misma me cansaba de aquello.
- Eh si – le dije en un susurro intentando ocultar todo rastro de tristeza o lo que sea de mi voz, pero era como intentar dejar de respirar si se necesita el aire con urgencia, ósea inútil.
- ¿Puedo pasar? .. Perdóname – volvió a golpear, haciendo que retumbara en mi cabeza aquel sonido seco y volviera el dolor, me sentía peor que antes, definitivamente ya Tom debía de importarme una mierda, yo no tenia porque encontrarme de esa manera y mucho menos por el, el era el culpable de todo, el y la puta “perfección” que yo le encontraba y que para los ojos del resto jamás tendría.
- Quiero estar sola – le respondí casi cruelmente, si lo tenia enfrente parecería como si hubiese ido a morderlo o algo así, me paré de allí como pude y fui a la canilla, abrí y dejé caer el agua primero por mis manos tomando un sorbo y luego me tiré una cantidad importante de ese liquido en el rostro con ambas manos, como si eso ayudara de algo, no hacia absolutamente nada, aunque me calmaba un poco, dejándome la cabeza revuelta por el hecho de que el dolor quería volver y además en este momento se me cruzaban muchísimas cosas por la mente, demasiadas.

No escuché más a Lucas fuera de allí, tal vez estaba sentado en la cama, parado en la puerta, realmente no lo sabia, y para ser completamente sincera, me importaba una mierda eso.

Tenía mi teléfono entre las manos, no debí haberlo sacado en ningún momento de mi bolsillo, la idiotez más grande que podía haber hecho definitivamente fue esa. Busqué números tranquilamente en el directorio de llamadas como quien no quiere la cosa, estaba algo mareada y aun tenia pequeñas lágrimas alrededor de los ojos pesé a que terminaba de mojarlos hace segundos atrás. Me senté donde caí accidentalmente y me mordí el labio observando la pantalla iluminada y viendo al mismo tiempo con absoluta atención, su nombre, y su foto.
No debía, no tenia porque hacer eso, no, pero lo hice.
Presioné el único botón que me permitía escuchar su voz, esa voz que tanto me seducía y fascinaba, me arreglé el pelo, recordando el mechón que el simple solía quitar de mi rostro, para no tapar nada de él. Me coloqué el auricular cerca de oído y esperé, los tonos me ponía más tensa y nerviosa aún. No tardó tanto en responder, pero algo no estaba bien ..

lunes, 22 de noviembre de 2010

(Cap 13)


Narra Marie


Alba: - Necesito verte ..

Marie: - ¿Pasó algo?

Alba: - ¿Es necesario que pase algo para que lo pida?

Marie: - No, pero .. nunca lo decis así

Alba: - Es que .. no se había dado la oportunidad hasta ahora ..

Marie: - No me lo digas .. :/

Alba: - ¿Qué no te diga que? e.e

Marie: - Ehmm .. ¿Cómo van las cosas con él? [Cuando escribi eso estaba claramente segura de que ella, sabia perfectamente a quien me refería]

Alba: - No quiero hablar de eso .. Al menos no por acá, me vas a dejar verte ¿si o no?

Marie: - Si ._. ¿Venis ahora?

Alba: - En un rato estoy allá

Marie: - Ok


Dicho esto ultimo se desconectó.
Tal vez lo que le ocurría era simplemente más de lo mismo, “problemas” con el idiota inservible de Tom, gran novedad. Era increíble que conociéndola, ella soportara todos los caprichos y esas mierdas de su noviecito.
Ella sabia perfectamente lo que yo opinaba acerca de todo eso, el mundo de “Tom el dios sexual” no iba conmigo y a Alba parecía facinarle.
Un enfermo necesitado sexual y con miles de huecas rondándole alrededor ¿Puede llegar a enamorarse alguna vez? Já, no lo creo.
Alba estaba enterada de lo que yo sentía y generalmente me conformaba con creer que si, ella tenia lo que se merecía y por sobretodo lo que había elegido. A mi me ignoraba y eso me daba igual, mi vida no se iba a volver un mar de lagrimas por sentirme atraída hacia una “chica” que no me correspondía.
Si ella quería ser feliz con él, que lo fuese, pero como el imbécil de Tom parecía empeñarse en que asi no fuese, bueno, ahora yo pagaba las consecuencias no.
No me molestaba oir sus comentarios, criticas o halagos hacia el, pero ya era algo cansador oir más de lo mismo, será mi amiga y todo, pero a veces pensaba que ciertas cosas las hacia adrede y creía tener una vaga idea de porqué.
Fui hasta la nevera por el simple hecho de servirme un vaso de agua. Sonó el timbre. ¡Cuanta puntualidad! .. Estaba ansiosa por saber con que vendría hoy, tal vez había tenido una de esas tantas peleas de “novios” donde no se hablan por unos cuantos minutos y apenas lo vuelven a hacer .. ya están prefectamente de nuevo como por arte de magia.

Solté un pequeño suspiro y fui a abrir, no me sorprendió en lo más minimo notarla triste y molesta, de esa manera se notaba hasta cuando escribia.
- ¿Vas a mirarme más tiempo o puedo pasar? – su voz de zombie me sacó del transe, me reí de ello para mis adentros,
- Pasá – le dejé la puerta abierta y le dí la espalda para sentarme en el sillón más próximo del living, dejé el vaso con agua sobre la mesa ratona que estaba cerca y escuché el ruido de la puerta de entrada cerrarse. Ella se sentó a mi lado, manteniendo su vista en otra parte, se veía más mal de lo que pensé, nunca me había gustado verla asi.
- Y .. ¿Cómo estás? – le pregunté intentando captar su atención, ella aun no parecía querer hablarme ni siquiera en buenos términos.
- Supongo que .. como me ves y como piensas, asi que .. – ladeó la cabeza hacia un lado como intentando restarle importancia, en realidad si importaba.
- ¿Por qué no me contas que hizo ese ahora? – la tomé de la mano, ok si, era una idiota ¿y?
- Marie, para lo que menos vine es para hablar de él – me sorprendió que me haya tomado de la mano más fuerte aun como si no quisiera soltarla.
- ¿Y entonces? .. – La miré confundida.
- Es que .. necesitaba decirte algo .. tal vez, no importa pero, para mi es necesario que lo sepas – fijó su vista en la mia, sin mirarme de alguna manera en particular.
- ¿Qué? – le pregunté algo nerviosa, no me gustaba que tardaran tanto para decirme las cosas. Ella simplemente se quedó mirándome en silencio, miró nuestros dedos entrelazados y hasta pensé que había soltado una risita malisiosa, ¿a que venia todo esto?.

Alcé una ceja mirándola de nuevo pero .. a los pocos segundos su rostro había tomado una distancia demasiado corta y anormal con el mio, ahora solo miraba mis labios, intercalando eso con mis ojos a decir verdad yo estaba haciendo lo mismo.
Pronto se encargó de quitar toda pequeña distancia existente y ocurrió eso. Me estaba besando, mi “amiga” la noviecita de Tom, ¿me estaba besando?, de hecho yo no podía apelar a absolutamente ninguna defensa .. puesto que el beso, era correspondido.

martes, 16 de noviembre de 2010

formspring.me

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(Cap 12)



Narra Lucas.

- Belén – le susurré al oído al mismo tiempo que la tomaba del brazo para acercarla más a mi, le acaricié suavemente la mejilla corriendo un mechón de pelo que estorbaba la vista panorámica y muy cercana que tenía de su rostro. Hice que nuestras narices se rozaran antes de rozar mis labios con los suyos, estaban tibios y la sensación de aquel confortable contacto me dejó anonadado.
- Pro .. Ehmm digo Lucas – se separó de mi algo cohibida, sus mejillas comenzaban a adquirir una tonalidad rosada a medida que hablaba y su voz se oía nerviosa, tímida.
- ¿Qué sucede? – me incorporé un poco haciendo que mi voz sonara un poco dura, por momentos parecía tener ciertos ataques de bipolaridad pero no era así, al menos no para mi.
- Ehmm – no sabia que decirme, y eso me hacia poner nervioso y a la vez algo ansioso – No creo que sea bueno, que nos vean en publico – movió la cabeza hacia uno de los lados mirando un punto claramente no especifico, yo la observé sin entender.
- Ohh vamos, ¿Quién nos verá? – le sonreí.
- Estamos en un lugar publico, un centro comercial, cualquiera podría vernos - ¿Le molestaba que la vieran conmigo? ¿Aquello la incomodaba?, me daba igual.
- ¿Hay algún problema con eso? – moví la cabeza y la miré expectante.
- No pero .. verás, sos el profesor del conservatorio, yo soy la alumna, no es algo muy normal, no quiero que nos vean, no es muy difícil de comprender ¿cierto? – me dijo algo molesta, estábamos hablando perfectamente y ahora se le daba por tratarme así.
- No la verdad, no – comencé a caminar hacia uno de mis lados, el lugar estaba bastante colmado de gente, adolescentes con sus amigos, madres e hijas, parejas, lo de siempre. Belén simplemente me siguió en silencio, traté de mantener la calma, no se me daba muy bien por hacerlo y menos en situaciones como esta. Ella mantuvo cierta distancia en su caminata detrás de mí y no habló, eso era bueno, al menos no habría ningún tipo de problema.
Me giré para mirarla y sonreírle, ella se veía algo decaída, como si estuviera triste y a la vez parecía molesta. ¿Cómo fue que acepto salir conmigo? Después de hacerse la interesante y la difícil solo me bastó prestarle poco interés y simplemente ella acudió a mi para que salgamos. Kaulitz, ese pendejo idiota, se las quiso dar de machito diciéndome que no me acercara a Belén o algo así, ¿Quién demonios se creía que era él? Si Belén era de su propiedad le convenía mantenerla atada o algo asi, pero ella parecía ser de las chicas “duras” que no dejan que nada ni nadie las pise, aunque .. en muchos momentos sus etapas de vulnerabilidad se hacían claramente notables, ya sea con una simple mirada, o solo con el simple hecho de estar manteniendo una buena conversación que luego de unos minutos se tornaba un completo silencio de su parte, donde parecía estar pensando en algo o en alguien.
Gracias a esa debilidad que por momentos mostraba, me hacia sentir la necesidad de protegerla, de todo y de todos, era algo rápido, más que apresurado y loco sacar tan pronto este tipo de conclusiones pero, así lo sentía.
Crucé una de las puertas de salida del lugar y me encaminé al estacionamiento donde había dejado mi auto. La noche estaba serena, silenciosa, estrellada, perfecta. Me giré y me detuve poco antes de llegar, no me sorprendí al ver a Belén mirándome algo arrepentida, se acercó a mi y la abracé. ¿Tan rápido la tenia interesada por mi?, eso era genial, no solo por el hecho de no tener que preocuparme demasiado por impresionarla, sino también por ser mejor que ese zaparrastroso Kaulitz.
- ¿Podemos ir a mi casa? – me preguntó rápidamente en un susurro cerca de mi cuello que me hizo estremecer.
- Por supuesto preciosa, yo te llevo – Le sonreí y besé su frente suavemente. Seguidamente la tomé de la mano para llegar hacia mi auto. Abrí su puerta manteniéndola asi hasta que entró y la cerré luego.
- Gracias – me dijo ella con una pequeña sonrisa una vez que ingresé al vehiculo y encendí el motor. Cada vez que sonreía me hacia imitarla también, las cosas no iban a ser las mismas en la clase a partir de ahora, comenzaba a sentirme atraído por ella.

martes, 2 de noviembre de 2010

(Cap 11)


Narra Alba.

Quería ver a Tom, hacia días que las cosas entre nosotros iban mal, no sabia si precisamente MAL, pero al menos bastante cerca de ello. Ya no me llamaba, no venia a buscarme a mi casa, nada.
Yo no me creía para nada la clase de chica que alguien como el olvidaría en cuestión de segundos y mucho menos en días.
Me encontraba haciendo el trayecto habitual (cuando solía caminar) desde la casa de Marie hacia la mía, de haber sabido que su auto se encontraba encendido y aparcado en la puerta de la casa de esa perra y que ella saldría del maldito asiento del acompañante me hubiera reservado todo aquello, no se me daba la gana sufrir por un idiota con polla publica.
Sabia que las cosas entre Tom y yo tarde o temprano terminarían asi, solo que el no sabia que cuando el nació yo ya caminaba y todo, a lo que me refiero es .. No iba a hacer gran escándalo respecto a este asunto puesto que yo también contaba con mis opciones.
En cuanto pasé cerca de su auto no pude resistir mis ganas de cantarle las 40 y porque no, pagarle también, el nunca me había merecido, en fin, el se lo pierde.
Generé un golpeteo en la ventanilla derecha de su auto, él simplemente destrabó la puerta y la abrió para que pudiera sentarme. Noté la piel de su cuello algo enrojecida, sencillamente ya me daba asco.
- ¿Cómo estás? – me inspeccionó algo incomodo, yo lo miré intentando ocultar mi enojo pero me era imposible hacer eso.
- ¿Cómo piensas que estoy? – le pregunté casi escupiendo las palabras.
- Ehmmm .. ¿Bien? – me preguntó al mismo tiempo que se encogía de hombros, no tenia mucho valor como para verme a los ojos. Di un pequeño vistazo hacia su asiento trasero y sorprendentemente me encontré con su bóxer negro tirado sobre uno de sus asientos ¿A qué mierda quería jugar conmigo? Fuese lo que fuese, yo tenía mis propios modos de jugar también.
- Sos idiota ¿cierto? – alcé una ceja y suspiré algo molesta.
- Según vos si, al parecer – se relamió el labio y me miró con cierto aire de superioridad, era una mierda.
- Claro, porque tu nueva chica no ha de tener ese concepto de vos – hice una mueca de asco imaginándomelos juntos.
- ¿De qué mierda estás hablando? – intentó hacerse el desentendido, pero con eso simplemente la embarraba aun más.
- Básicamente me refería a que sos un idiota por esto mismo, pero sos más que eso – fingí una sonrisita y bufé.
- ¿Por qué me decís eso? – tenia ganas de golpearlo, idiota, un completo estúpido.
- Tom .. no me tomes por una más ¿si? Conmigo te equivocaste y feo .. ¿No tenés vergüenza de dejarme por alguien como ella? – solté rápidamente, más molesta que antes.
- Primero no la conoces – me guiñó un ojo – Segundo .. ¿Te importa acaso? Y tercero .. perdona por no haberte tenido en cuenta antes de que te enteraras de esto así.
- Sos una mierda – puse los ojos en blanco y apreté levemente mis puños a los lados de mi cuerpo – ¿Pensabas usarme y acostarte con otra también? – abrí los ojos como platos esperando su respuesta, ahora si estaba decidida a romperle la cara como mínimo.
- No – miró hacia otro lado – de hecho .. iba a decírtelo, lo juro pero .. en fin, te enteraste – me contestaba como sino le importara un carajo nada, y realmente así era, yo no le importaba ni en lo más minimo.
- Me das asco, vos y ella – sonreí irónicamente, en ese momento sentí una lagrima cayendo lentamente por mi mejilla, rápidamente me pase la mano para que no siguiera corriendo por allí y mucho menos él la viera. Eran lagrimas de bronca, enojo, furia, el no iba a humillarme como quisiera y cuando quisiera, él no era nadie.
- No se porque le das tanta importancia al asunto, creí que esto .. se olvidaría luego ¿no? – así iba a ser en un principio, ambos estaríamos juntos únicamente juntos para “satisfacernos”, pero .. que hay de .. comenzar a sentir otras cosas por el, no era un mal novio, de hecho era de los mejores que había tenido, eso sin mencionar .. el sexo. Me las iba a pagar .. de alguna manera, iba a hacerlo.
- Seguro ¿no? .. y ahora ya tenés una nueva y todo – le dije simplemente mirando por la ventanilla, no quería mirarlo a los ojos mientras me hacia mierda de esa manera.
- Vos también .. y hasta me sorprendiste de hecho – soltó una risa sarcástica mirando mi rostro de reojo.
- No tenés nada que decir de mi, vos sos la mierda en esto, no yo – negué con la cabeza al mismo tiempo que hablaba indignada.
- Pfffs – hizo un sonido algo extraño con su boca a modo de .. “ironía” levante ambas cejas mirándolo incrédula – entonces vos no .. tu nueva “amiguita” – resaltó la última palabra y lo observé boquiabierta.
- ¿Y a vos te importa lo que hago con mi vida? No metas a nadie más en esto – le pedí en tono molesto.
- Yo no meto a nadie .. ella se metió sola – me guiño un ojo y me acarició la mejilla, enseguida lo corrí.
- Sos un enfermo – le dije abriendo la puerta de su auto, no sabia que diablos iba a decirme pero le cerré la misma prácticamente en su cara. Las cosas no iban a quedar así ..

lunes, 25 de octubre de 2010

(Cap 1O)


Narra Belén.

La realidad durante la primer semana de tortura con el profesor “Hassio” por que ahora además de soportarlo debíamos dirigirnos a el por su apellido, había sido bastante tediosa, era totalmente insoportable, una mierda en todo su esplendor y yo había sido tomado de punto, eso se sentía muchísimo peor aun.
Estaba a punto de salir, restaban casi 10 minutos de clase, al fin me libraría de otra de sus pesadas horas, donde nos hacia componer sin parar, me tenía idiota de ver tantas blancas, corcheas, semicorcheas y bla bla bla.
- Señorita Frazioni – me llamó apartándome de los demás mientras ellos seguían concentrados en sus respectivos trabajos, el único que me observaba mientras iba al escritorio del “nuevo profesor” ,era Tom, para mi sorpresa.
- ¿Qué quiere profesor? – le pregunté de mala gana, creo que ya le había quedado claro que no me agradaba, y al parecer era mutuo.
- Necesito que se quede después de clases – creo que fingió que revisaba unos papeles para que su “pedido” no se oyera tan mal.
- No puedo – le respondí rápidamente.
- No creo que te interese una amonestación o porque no, una falta ¿no? – preguntó con su clásica risita creida e irónica.
- Por supuesto que no, pero no por eso va a obligarme – alcé una ceja algo molesta.
- Tengo que hablar contigo de algo – volvió a mirarme de nuevo, pero esta vez sonrió verdaderamente divertido y simpático – No te llevará mucho tiempo – volvió a su seriedad luego.
- Idiota – susurré y el bufó - De acuerdo – le dije por ultimo y volví a mi lugar, no se que diablos tramaba. Tom me dirigió una última mirada y me guiñó un ojo, como si intentara tranquilizarme.
Los pocos minutos restantes de la clase pasaron “volando”. Mis compañeros se fueron, saludé a Marie, comenzaba a hacerme amiga suya y nos llevábamos bastante bien, al menos ella sabia al igual que yo la clase de chico que era Tom.
Me quedé como había solicitado el profesor y luego de guardar mis cosas me acerqué al escritorio.
- Bueno – dije a modo de ¿distracción?, así me hablaba de una vez y podía irme a la mierda de allí. Él levantó la mirada y al encontrarse con la mía sonrió, me gustaba aquello, me resultaba “tierno”
- Se que las cosas en este ámbito, no comenzaron bien entre nosotros – dijo en vos baja, acercando un poco su rostro al mío sin mirarme de nuevo.
- Pffs, ¡Qué novedad! – solté una risa algo falsa mientras me alejaba un poco de él.
- Vale – acercó su mano a la mía sobre la mesa, ¿Acaso quería seducirme? – Me gustaría que en el tiempo que tengas libre, salgamos a tomar algo si quieres – lo ultimo lo soltó algo avergonzado y me estremecí.
- ¿Y si no quiero ir?, simplemente me pone otra falta y listo, ¿no? – alcé una ceja y le contesté de mala manera, conmigo no se iba a meter más este.
- Belén – me miró fijamente, llamándome por primera vez con mi nombre y diciéndolo de manera suave y no tan duramente como hacia con mi apellido – solo quiero solucionar las cosas – negó varias veces con la cabeza en señal de que no quería que siguiera pensando así.
- Por mi, da igual – continué mi “discurso” cortante, le trasmitiría las palabras justas – Usted comenzó esto, y además no se que le ve de importante a que las cosas se solucionen.
- Me interesas, eso es lo “importante” – remarcó las comillas, tratando de no demostrar el mismo interés que tenían las palabras antes dichas.
- Já – bufé mientras me acomodaba el bolso sobre uno de mis hombros y salía de allí, ¿Cómo diablos le podía interesar si me conocía hace días, y además, era el profesor? Un profesor que estaba muy bueno, pero el profesor al fin.
- Saliste! – exclamó Tom con una sonrisita en sus labios, poniéndose frente a mi.
- No!, si lo que estas viendo es un holograma, idiota – le saqué la lengua a modo de broma y sonreí, ¿Desde cuando me sentía tan cómoda con alguien?.
- Que holograma más real y sexy – se acercó dando un paso más hacia mi y tomó mi cintura, ya no había nadie en el hall de entrada de allí. Comenzó a mover su piercing lentamente, propinándole los impulsos con su lengua, ¡Díos!.
- Créeme que no tanto como vos – le susurré al oído, ¿Qué mierda hacia?, yo no era tan lanzada, jamás se me hubiera ocurrido hacer eso, pero en el momento creo que lo hacia sin siquiera pensármelo.
- Uhm, tengo mis dudas ahora – rozó suavemente sus labios tibios en la comisura de los míos.
- No dudes tanto – reí y acaricié su mejilla pero más bien lo hice para que corriera un poco su rostro del mío, sentía que nos provocábamos mutuamente y eso no era bueno.
- ¿Nos vamos? – me preguntó deshaciendo su agarre de mi cintura y tomando mi mano, en ese momento Lucas salió del salón y nos echó una mirada a ambos, bajando la cabeza luego mientras caminaba hacia la salida. ¿Por qué ahora tan confianzuda yo, lo llamaba Lucas? .. suspiré y volví mi vista a Tom.
- Ehmm, si – le respondí en un susurro asintiendo con mi cabeza, al menos así se daría cuenta de lo que dije, no creo que me haya escuchado. Permanecimos tomados de la mano mientras nos acercamos hacia la puerta y salimos de allí.
Subí a su auto, y cerré mi puerta, su perfume se sentía allí dentro y eso sumado a lo confortables que eran los asientos, me hacia sentir aun mejor.
No quería tener que llegar a mi casa, no quería que el viaje se pasara rápido, o que este momento tan pequeño pero a la vez tan perfecto, culminara. Miré el movimiento del paisaje mientras el auto aumentaba su velocidad, el día estaba nublado, se veía algo triste, pero acompañada de él, ya no tenia porque sentirme así.

Narra Tom.

Por fin detuve el auto, el ambiente estaba bastante calmado y eso me gustaba, ya era obvio que me había perdonado y la idea de estar con ella hacia aumentar los latidos de mi corazón. Ok, eso había sonado claramente estúpido y humillante, pero así me sentía con ella, con mi Belén. Ahora bien ¿Qué hacer para tener acciones dulces con ella?, es que no puedo. Jamás (pero jamás de los jamases) fui así con alguien pero Belén era una chica diferente a todas con sus cualidades y bien que me pone... ¿Cómo decirlo?, me excita.
Nos encontrábamos en mi auto, la parte trasera, ninguno de los dos habíamos podido resistirnos a esto así que comencé a deleitarme devorando el dulce gusto de su boca mientras acariciaba suavemente su abdomen, aumentando la presión del beso y las caricias a cada minuto.
¡Joder! Era tan suave como la seda, su piel bronceada, sus curvas, sus labios y los míos no paraban de encontrarse en cortos y húmedos besos.

En mi oído resonaban como una hermosa armonía sus jadeos, mis manos traviesas viajaban por detrás de su espalda para desabrochar aquel maldito broche de su sujetador, ella sintió mis manos frías en aquella piel caliente y no pudo más que arquear la espalda ante el contacto hasta que logré mi primer cometido, y posicione cada una de mis extremidades en sus pechos sujetándolos, sentí como se estremeció al instante, y comencé a moverlos despacio y luego sólo eran mis dedos acariciando sus pezones hasta como respuesta estaban endurecidos, lo mismo sucedió cuando mi lengua dio un paseo por allí con un ritmo circulatorio y se endurecieron más aún. Lo sé, me encantaba hacerla sufrir -Ahh Tom - Gimió, esto recién empezaba.
Sus manos se dirigieron automáticamente a mi pantalón para sacarlo del camino dejándome sólo en ropa interior.
Era ella la que llevaba el control en ese momento, estaba sobre mí y se movía ronzando nuestros sexos, claro porque estaba con falda y mi querido amigote estaba tan "feliz" que se puso eréctil como de un salto. Belén pegó un brinco acompañado de un pequeño grito.
- Tranquila, no te asustes de lo que tu causaste-Le dije sonriendo y ella bajó la cabeza avergonzada, la sostuve de la nuca para atraerla hacia a mi y conducir sus labios con los míos.
Y así fundirnos en un beso realmente "único" ya que lo hice muy lento y dulce – Acaricié sus muslos notando como su piel se erizaba, sonreí, llevé una de mis manos para comprobar una cosa. Y sí, primero pasé mis largos dedos por su trasero dando la acción de rosarnos más. Los llevé hasta su sexo y metí delicadamente mi mano para luego de unos minutos allí sacarla mojada, por encima de aquella lencería roja que obstruye que la haga mía.
Tiró su cabeza para atrás cuando la acaricié en esa zona y se balanceó más sobre mi cuerpo ocasionando que gima. Bajó mi bóxer sin aun quitarlo, me acarició despacio el pene, y noté que pese a hacerlo bien y disfrutar aquello, mucha experiencia no tenía en eso, siguió con sus caricias, consiguiendo luego masturbarme, la detuve.
Me encontré luego sobre ella y prosigo a acariciarla una vez que quité su última pieza de ropa, observo sus ojos cerrados y su boca entreabierta.
Comencé a masturbarla, primero con un dedo, luego dos, tres, y Belén gemía mientras yo me concentraba únicamente en penetrar su vagina con aquellos tres dedos dentro de ella...
Pronto llegó al orgasmo, y comencé nuevamente aquella maniobra, su cuerpo empezó a convulsionarse y me detuve solo para dilatarla.
Mi bóxer desapareció y sólo yacía allí entre mis piernas mi gran miembro dilatado y estimulado por aquellas manos suyas. Cuando voy a colocarme entre sus piernas recuerdo antes ponerme el preservativo y una vez puesto noto que Belén se veía algo pálida y tiritaba, casi como temblando. Parecía tener miedo.
- Belén, ¿tu eres virgen?-Le pregunté buscando como respuesta un simple “No” o un “Si”, pero no dijo nada. Apenas había llegado a rozarla, ni siquiera la penetre un poco.-Responde, ¿lo eres o no?- Siguió sin decir nada y desvió su mirada hacia otro lado - No es eso, simplemente estoy razonando y esto que vamos a hacer está mal Tom. ¡Por dios! tienes novia, y yo no soy segunda de nadie.-Me empujó de encima suyo para poder sentarse, recoger su ropa y taparse con ella.
- Jamás dije que eras mi segunda opción, con Alba ni siquiera tenemos algo concreto como un noviazgo. Y creo que con eso, evades mi pregunta – le dije con media sonrisa falsa en los labios.
- Claro ahora eres honesto con las mujeres.-Dijo en tono de reproche mientras yo veía como se colocaba su ropa - ¿Y quieres saber eso?, está bien. Sí Tom Kaulitz soy virgen, ¿algún problema? -
- ¿Te iras?-Le pregunte totalmente serio, claro que no tenia problema en eso. Simplemente que lo evadía y no veía como la gran cosa que ella admitiera que lo era - Claro ahora huyes - Miré como terminó de atar una de sus zapatillas, y bajo del auto. Sin decirme absolutamente nada abrió la puerta del copiloto, tomó su bolso y la cerró para alejarse velozmente de mi auto ... Genial!, nótese la ironía en la palabra.

martes, 19 de octubre de 2010

(Cap 9)


Narra Belén.



¿Cómo debía hacer para sacarme al menos su voz de mi cabeza? O .. Empezando por el principio, ¿Por qué razón no podía hacer eso?.. ¿Por qué no podía ignorarlo y al menos tratar de fingir que entre nosotros nada había pasado y que ni siquiera nos conocíamos? Era muy poco el tiempo que llevábamos de “conocernos” y ya sentía todas estas cosas .. Extrañas por él.

Tomé un último trago de jugo de la pequeña botella y la metí en mi bolso algo apresurada, mientras me ponía de pie y descendía del respectivo transporte publico. Entré al conservatorio al mismo tiempo que una de mis compañeras, creo que su nombre era Marie o algo por el estilo, no parecía de aquellas chicas que socializaban demasiado, puesto que ella tampoco hablaba con nadie del lugar, eso me resultaba agradable, no me hacia sentir la única rara y antisocial. Nuestras miradas se encontraron por un momento y una vez dentro del salón y cuando yo ya me había sentado en mi respectivo lugar ella me saludó con una sonrisa a la vez que se acercaba a mi, definitivamente al hacer aquello, esa chica no era para nada antisocial ni mucho menos.

- ¿Cómo es tu nombre? – Me preguntó ella sonriéndome simpáticamente, yo solo sonreí a medias para parecer educada y miré por un momento la puerta, los chicos que entraban y salian.

- Belén – le dije simplemente –

- Encantada, soy Marie – siguió ella mientras me tendía su mano a modo de saludo, no era tan malo socializar con otros después de todo, pero como las cosas habían salido mal con Tom .. ya no quería arriesgarme a que suceda cualquier otro tipo de cosa con alguien más.

- Igualmente - le respondí yo .. un poco menos incomoda.

- Marie .. veo que no perdés el tiempo eh – estaba por hablarle, pero la llegada del único idiota que podía arruinar cualquier momento en el que estuviera yo .. fue inminente. Era Tom, él miraba a Marie con aire de superioridad y algo molesto, y para ser sinceros ella no se quedaba atrás. A mi solo me guiño un ojo y yo hiperventilé lo más disimuladamente que pude.

- ¿A que te referis con eso? – le preguntó ella entre confundida y molesta, lo estaba mirando bastante feo en mi opinión.

- Nada, nada, solo que .. Baaag, no importa – le guiño un ojo y a mi me sonrió engreídamente rozando suavemente con su mano uno de mis hombros y con un simple .. nos vemos luego, se fue unos lugares más alejados a los nuestros.

- ¿Se conocen? – le pregunté por lo bajo a Marie una vez que no vi rastros del imbécil de Tom cerca nuestro.

- Para mi desgracia .. si – admitió ella casi entre dientes debo decir, no era de su agrado tener que conocerlo ¿Acaso habrá tenido algo con él? – Es, el novio de mi mejor amiga – soltó ella remarcando el termino novio.

Iba a preguntarle algo más pero preferí no “interrogarla” y ver como todos los alumnos que quedaban afuera, entraban seguidos de “El nuevo profesor”, sinceramente de no ser porque Marie me había dicho que fue ella quien lo había recomendado en reemplazo de la anterior profesora no me habría enterado. Era de tez blanca, pelo negro y vestía un jean y una remera que lo hacían ver sumamente sexy.

- Buenos Días alumnos – en cuanto dijo eso, creo que fue muy obvio el suspiro que se escuchó proveniente del resto de mi compañeras, Marie y yo nos miramos intentando no reírnos pero nos fue algo imposible y soltamos una sonora carcajada.

- Disculpen, ¿Qué es lo gracioso? – se dirigió a nosotras en tono despectivo mientras se acercaba un poco más. Marie lo miró y se volvió a reír pero esta vez, “disimuladamente”.

- Nada – respondí ya más seria y a la vez un poco avergonzada.

- ¿Cómo son sus apellidos? – nos preguntó alardeando su nuevo cargo de profesor, superior al nuestro.

- Frassa – Dijo Marie casi automáticamente luego de su pregunta – Frazioni – me limité a decirle yo.

- Perfecto, tienen una falta en la clase del día de hoy, muy buen comienzo conmigo chicas – dijo irónicamente sonriéndonos y ambas lo miramos, molestas.

- Pero Lucas, no podes .. – Marie iba a continuar pero el mismo y su soberbia se encargaron de interrumpirla.

- Claro que puedo – le respondió volviendo a mirar luego al resto de la clase, era lindo pero también debíamos considerar que era un tremendo hijo de puta y además debía de saber que con tres faltas a su clase nos quedábamos libres. No le discutí nada más y seguimos escuchándolo – Bueno alumnos, luego de este pequeño inconveniente – Nos miró de reojo, definitivamente ya me estaba cayendo bastante mal para ser su primer día – Me gustaría presentarme – mantenía el ritmo de su caminata enfrente nuestro, pausada, como para analizar la expresión de cada uno de sus “oyentes”, ahora este tipo más bien me daba algo de miedo, pero no definía el porque – Mi nombre es Lucas Hassio y soy su nuevo profesor de música - ¿Este forro?, casi me da algo al escuchar decir lo ultimo, ¿Tendría que soportar a este pesado por el transcurso del año? Eso si, si es que no decidía completar las correspondientes faltas que necesitaba para dejarme libre, me daba algo de rabia eso, ni siquiera parecía superarnos mucho en edad a los que estábamos allí y se hacia el “malito”.

Les dejo más suspenso MUAJAJAJAJAJAJA (?) naaa, me habia gustado el cap y todo, pero creo que los proximos se van a ir poniendo interezantes de a poco, por ahora .. centremonos en el new character (?) :Q__________ ♥
ESPERO COMENTARIOS .. GRACIAS POR COMENTAR, LEER Y SEGUIR :)

domingo, 10 de octubre de 2010

(Cap 8)


Narra Tom



- Mierda – exclamé fregándome los ojos, estaba algo cansado y apenas apoyé mi cabeza en la almohada me quede dormido y para mi bendita “suerte” desperté apenas faltando 8 minutos para que empezara la clase.

Me levanté de la cama algo grogui aún y me tiré una buena parte de agua de la canilla en la cara intentando despabilarme, pensé en ducharme pero ya no tenia demasiado tiempo así que me cambié de remera y salí lo más rápido que pude luego de tomar mi mochila.

No tenia demasiadas ganas de volver a allí después de lo que había pasado y menos cuando sabia que no tenia modos de justificarme, aunque en mi mente había un par de buenas excusas, algo en mi no se sentía bien mintiéndole a ella.

No me demoré en llegar y afortunadamente el asiento que estaba a su lado se encontraba libre, una parte de mi se alegro y sonriendo satisfactoriamente me senté allí.

- Hola – susurré mientras sacaba mi cuaderno y mi bolígrafo, la profesora aun no entraba al salón y eso me daba tiempo para intentar arreglar las cosas. Esperé su respuesta y no llegó. Me encogí de hombros y me molesté un poco aunque debía entender que su comportamiento tenía muy buenos fundamentos.

- Hola – dijo al fin distrayéndome de todo lo demás, me giré apenas para mirarla y sonreírle.

- Emm, esto, siento mucho lo que pasó .. ya sabes ehm .. – no seguí hablado, diablos! Me temblaba la mandíbula al dirigirle la palabra, me sentía un completo idiota delante de ella, vulnerable.

- Claro – me dijo ella de modo sarcástico, como ignorando todo lo que le había dicho antes, me ponía nervioso que hiciera eso.

- De verdad, se que fui un completo idiota – seguí rebajándome a mi mismo, ¿que seguía? ¿Decirle que me moría por hacerla mía, que no quería pelear con ella, y que comenzaba a gustarme?, eso seria algo que definitivamente no diría.

- No me cabe la menor duda – me miró y sonrió enojada, yo simplemente tragué saliva mientras formulaba una oración al descoordinada en mi mente.

- Lo siento mucho Belu – tomé su rostro con una de mis manos haciendo que me mirara, no podía seguir comportándose de esa forma conmigo, no después de esto. La besé en la comisura de los labios, fue un beso suave, casi un roce.

- Que me beses de esa forma tan .. arght – no pudo seguir su oración y fingió enojo – no va a ser que cambien las cosas Thomas – terminó de hablar aun “molesta”

- No me digas Thomas, mi nombre es Tom – le dije en un susurro acomodándome en la silla a modo de quedar mal sentado y muy cerca de ella.

- Como quieras, Thomas – volvió a llamarme así.

- No me provoques – le advertí, si bien lo que pensaba hacerle no era nada malo, era mejor que ella estuviera prevenida. La vieja loca que teníamos de profesora no había llegado y algunos comenzaban a impacientarse y caminaban de adentro hacia afuera del salón.

- No te tengo miedo – puso los ojos en blanco y se corrió el pelo dejándome su cuello al descubierto, ¡Genial! – pensé

- Será mejor que temas – me acerqué a su oído lamiendo su lóbulo y haciéndola soltar un suspiro, antes de correrme, pude besarle el cuello suavemente.

- ¿En donde mierda te pensas que estamos? – me observó abriendo los ojos como platos y con un claro gesto de que estaba loco, y si, lo estaba.

- En un salón de clases y eso .. ¿que tiene? – le pregunté sin importarme en lo absoluto donde estábamos.

- ¿Cómo que qué tiene?, no vuelvas a hacer eso – me fulminó con la mirada y se alejó un poco de mi, me encantaba eso.

- Señorita Belén .. ya estoy perdonado ¿no? – le dije cambiando de tema mientras me levantaba de la silla, en ese momento entró el director pidiendo silencio y que volviéramos a nuestros respectivos lugares.

- Estimados alumnos – ¿tanta formalidad era necesaria? – les informo que la profesora de música no pudo acercarse hasta la institución para dar su respectiva clase, por lo tanto pueden retirar – en ese momento todos se levantaron, incluyéndome. Belén intentó ser más rápida que yo y escabullirse para no responderme, pero la alcancé y la tomé del brazo.

- ¿Y ahora que queres? – me dijo de mala manera, se veía tan sexy en actitud de molesta.

- ¿Vas a responderme? – le sonreí pícaramente sin dejar de mirarla de arriba abajo.

- Ahh eso, aún no lo sé – me dijo simplemente deshaciendo mi agarre y yéndose del lugar contoneando su cuerpo, ¡Dios! Como me ponía.

- ¡Amor! – oí la voz de Alba detrás mío dirigiéndose claramente a mi persona.

- ¿Como estas? – me giré para recibir su abrazo y a la vez agradecer internamente que Belu se haya ido. Noté que había una chica al lado de Alba, nos miraba significativamente a ambos mientras estábamos abrazados.

- Y ella quien es? – le pregunté mientras miraba a la otra chica haciendo una mueca de confusión.

- Ella es Marie, mi mejor amiga – la chica sonrió a medias algo incomoda y ¿molesta? Por mi mirada tan minuciosa sobre ella – Marie el es Tom, mi .. novio – le indicó a ella en un susurro, la expresión de ambas pareció quebrarse por un momento, como si quisieran quitarme del medio, tal vez solo era una loca idea mía.

- Encantado – le tendí mi mano a modo de un saludo más formal y me acerqué a ella para besar su mejilla, al parecer ya estaba un poco más cómoda - ¿Y .. que hacen aquí? – les pregunté.

- Es que Marie estudia aquí y quise acompañarla – me dijo Alba.

- Oh que bien - les dije de manera falsa, de seguro no lo notaron por lo que agregué una pequeña sonrisa.

- Pero por lo que veo se están yendo todos ¿no? – ¿No es obvio estúpida?, se supone que si la gente esta saliendo, es porque, se están yendo.

- Ehm, si, lo que sucede es que la profesora no vino – le dije.

- Bueno, supongo que entonces me voy chicos, los dejo solos – dijo viéndome mal, ¿qué le pasaba a esta?

- Vale Marie, nos vemos luego – le dijo Alba saludándola con un beso en la mejilla, parecía querer irse con ella, mierda, ¿no me digas que estas celoso de eso Tom? Idiota – me dije.

- Adiós – le dije yo una vez que se estaba yendo volví mi mirada hacia Alba con una sonrisa picara – ¿Que quieres hacer? – le pregunté mientras movía mi piercing.

- Lo que vos quieras – se acercó a mi y tomando mi remera para acercar mi rostro al suyo me beso.

- Te parece si vamos a mi casa, Bill no llega hasta más tarde y estamos solos – le guiñé un ojo y me acerqué a su oído respirando cerca de él, sabia que eso le gustaba a cualquier chica.

- Me encanta la idea – Tomó mi mano mientras nos dirigíamos hacia mi auto. Nos subimos en el y pasadas unas cuantas caricias algo subidas de tono llegamos.

Seguimos tomados de la mano y en cuanto ingresamos comenzó a besarme más apasionadamente que otras veces, no me sorprendí por eso en aquel momento y dejé mi mano cerca de su cintura para no despagarla de mí, nuestros cuerpos a esa cercanía se llevaban demasiado bien. Intensifiqué el agarré de su cintura y mientras comenzaba a bajar por su cuello con mi boca, ella enredaba sus piernas en mi torso al mismo tiempo que la recostaba sobre lo primero que encontré en mi camino, el sillón del living.

Besé por consiguiente su cuello, al mismo tiempo que mi propia lengua se encargaba de hacer aquellos besos, tibios y húmedos. Le saqué rápidamente la remera mientras ella con sus manos hacia lo mismo con la mia, ambos estábamos comenzando a entrar el calor y eso no era malo por el momento, solo que luego, se haría imposible parar. Jugué un momento con unos suaves mordiscos por el contorno de su ropa interior hasta que desabroché su corpiño haciéndolo caer al suelo rápidamente. Me dediqué a acariciar besar y lamer ambos pechos desnudos haciéndola gemir de placer ante el contacto.

Sus manos comenzaron a acariciar mi zona baja por sobre el pantalón haciéndome soltar unos cuantos suspiros, luego las llevo hacia el cierre bajándolo por completo y quitándome el pantalón de una vez. Mientras la besaba, no me sentía completamente seguro de lo que hacia, nunca me había sentido así y me molestaba sentir aquello, pensaba en Belén, en que estaba con ella y no con Alba. Moví la cabeza intentando despejarme de aquellas ideas pero tuve que separarme de ella antes de que comenzara a tocar mi miembro.

- ¿Que sucede? – me preguntó ella con la voz algo entrecortada mientras se recostaba en mi pecho.

- Nada – mentí, soné bastante creíble, de no haber sido porque estaba a punto de terminar de tener sexo con ella y me separé automáticamente sin que nada hubiese sucedido.

- Tom, no soy idiota – No, no lo sos, yo lo soy - me dije a mi mismo en mi mente.

- Solo, estoy muy cansado – le respondí y bostecé mientras la abrazaba contra mi pecho y le acariciaba el pelo, deseaba tenerla así a ella.

martes, 5 de octubre de 2010

(Cap 7)


Narra Belén



¡Perfecto!, Genial!, Simplemente FANTÁSTICO, me había humillado a mi misma cayendo en las redes de un asqueroso idiota como él.

Ni siquiera me explicaba como era que el se había fijado en mi y ahora sabia que la respuesta había pasado frente a mis ojos, mostrándome la cruda y horrible realidad. No importaba cuales fuesen sus disculpas, arrepentimiento o explicaciones, me negaría rotundamente a escucharlo y además meditaba interiormente muy seriamente la idea de cambiarme de clase, para no tener que ver nada más con el.

Se me hacia un nudo en el pecho de solo pensarlo y por una extraña razón tenia ganas de llorar o mucho mejor aún, de sacarlo de mi cabeza y aun así no podía.

- Julia, necesito hablar contigo – fue lo primero que pude decirle apenas ella levantó su teléfono.

- Es por lo de anoche ¿verdad? – si sabia que era por eso, ¿Por qué se molestaba en preguntarme y ponerme aun peor? , susurré algo parecido a un si como respuesta, pero ni siquiera se entendía lo que decía, ¿Por qué me importaba tanto que las cosas con Tom terminaran así? ¿Qué tal si no era solo por sentirme usada, sino más bien por haber comenzado a enamorarme de él? No, eso era casi imposible, no podía lograr amarlo y menos solo con haberlo conocido hace un par de días, era muy poco tiempo para que algo así pasara – Vale Belu, en un rato voy a tu casa – dijo ella y corté.

Sabia que no iba a estar exclusivamente siempre disponible para mí, era mi mejor amiga pero ella también tenía una vida y definitivamente su vida era mucho menos trágica que la mía, creo que lo de tragedia se lo pegaba yo en todo caso. Tenia el novio perfecto, buenas notas en el colegio, sus padres la consentían en todo, a ella y a su hermano pequeño, a quien sabía que Julia adoraba locamente.

Era domingo, el día de por si era demasiado deprimente, nublado y gris, y hacia un poco de frio. Me preparé una taza de té y me quedé sentada en el sillón envuelta en una frazada mirando una película, la primera que encontré, A los minutos de haber hablado con ella, casi 20 minutos para ser más exactos abrió la puerta de mi casa, gracias a que yo anteriormente le había dado una copia de mis llaves, eso tenia sus ventajas para ella puesto que podía usar mi casa para lo que quisiera en los momentos en los cuales yo no estaba, pero sabia que ella no era así.

- ¿Estás bien? – me preguntó luego de besarme en la mejilla a modo de saludo y sentarse a mi lado, tomando el control de la Tv para colocar uno de esos canales de música y subirle el volumen.

- ¿Cuándo estuve bien? – le pregunté yo en tono cómico pero sin reírme en ningún momento.

- Aay Belu, no seas tan exagerada, odio cuando haces eso – me dijo ella golpeándome suavemente en la cabeza con un almohadón.

- No soy exagerada, sabes que es verdad – la miré seriamente. Ella puso los ojos en blanco e hizo como sino hubiese escuchado lo ultimo que dije, cambiando de tema repentinamente.

- ¿Hablaste con Tom? – soltó la pregunta tan rápido que me fue necesario dar una rápida respuesta también.

- Nooo – le negué rotundamente para que también le sirva por si en el futuro pretendía que lo hiciera.

- Deberías hacerlo, creo que le tendrías que dejar en claro que estuvo muy mal y que no sos su juguete.

- Creo que eso lo debe saber perfectamente, y sino que se lo pregunte a la chica que beso sin pudor delante mío – respondí en tono frio.

- Lo mejor va a ser que le hables, decile eso y listo, te sacas un peso de encima y tal vez hasta te sientas mejor.

- Ni siquiera se si el tiene el valor para hablarme, así que no voy a ir y decirle “Hola Tomy, acá me tenés, explícame porque besaste a esa chica y no a mi”, además no soy nadie para reclamarle nada – admití en tono pensativo.

- Es verdad eso pero, no perdes nada hablando con el aclarando tu situación y haciéndote respetar. Georg me dijo que Tom le calló bien, dice que tiene personalidad.

- JAJAJAJAJA – reí exageradamente - ¿personalidad? Lo que creo que Tom tiene no es precisamente personalidad, más bien tiene una polla que usa por sobre todas las cosas para “pensar”.

- Que asco Belén – me miró con ojos de búho, se veía realmente graciosa.

- Es cierto lo que digo Julia, Tom parece ser la clase de chico a la que le gusta jugar con nosotras como si fuéramos trapos y listo, sin ninguna relación estable, probando entre las opciones que se le presentan, por el simple hecho de sentirse querido solo una noche. Yo no soy de esas, y no pienso convertirme en algo así por mas que el me guste – había dicho tantas cosas que solté lo ultimo sin darme cuenta y noté que lo había dicho porque mi amiga no dejaba de verme raro.

- ¿Te gusta? – preguntó mirándome tontamente con una sonrisa de oreja a oreja en el rostro.

- No – mentí - ¿Cómo me va a gustar el? No. No y no – le miré en tono agrandado y bufé fingiendo que no era cierto lo que había dicho.

- Acabas de decir justo eso Belu, te gusta – repitió mi amiga convencida de lo que decía, la única que no estaba convencida de lo que sentía era yo, ni siquiera estaba segura de que me pasaba con el, y era demasiado pronto sacar conclusiones, pero ya era algo tarde para caer en esas ideas, puesto que había dicho que me gustaba, y el .. besó a otra.

- Bueno – le dije encogiéndome de hombros – si – incliné la cabeza hacia un costado evitando mirarla, ella no pudo contenerse y soltó una risita – No es gracioso – la miré de nuevo un poco molesta y volví mi vista a donde estaba, a cualquier parte menos la mirada de mi amiga.

Verdaderamente comenzaba a creer que Tom me gustaba pero ¿Cómo había sucedido algo así? No quería tenerlo en mi mente constantemente pero así era, no quería quererlo conmigo pero así lo deseaba, un escalofrío recorrió el comienzo y el final de mi columna haciéndome estremecer y quedar nula frente a Julia, ¿El sentiría lo mismo que yo?, puse mi cabeza entre mis manos e intenté dejar de pensarlo.

lunes, 4 de octubre de 2010

(Cap 6)


Narra Tom



Hoy era el gran día, finalmente saldría con ella, fuera de ese conservatorio. Me duché, Elegí mi pantalón, una de mis tantas remeras, zapatillas y esta vez no usaría pañuelo. Me vestí y usé uno de mis perfumes preferidos, no sé porque pero intentaba que hoy todo fuese perfecto.

Tomé las llaves de mi repisa, mi celular y por poco olvido lo más importante, mi guitarra. A los minutos de haber salido de la casa ya me estaba dirigiendo en mi auto a la de Belén. Mi celular comenzó a sonar, “despertándome” un poco de las cosas que planeaba hacer en mi mente.

- Hola amor – Fue lo primero que oí al contestar, ¿Justo ella tenia que llamarme? Y más aún ¿En este momento?

- Hola preciosa, ¿Cómo estás? – respondí desganado. No era que no quería hablar con Alba, solo que no sé, últimamente ambos nos habíamos alejado un poco, más yo que ella, pero las cosas estaban bien de esa manera, o al menos eso creía.

- Muy bien, esta noche nos vemos ¿no? – Soltó una risita logrando que su pequeña pregunta sonara más a una afirmación y no a una duda. Yo me quedé en silencio un momento, seguramente iba a ir. Maldito Bill – Pensé.

- Ehmm si, creo que si – Le respondí algo incomodo, realmente esta noche no quería verla y menos sabiendo el interés que comenzaba a sentir por Belén.

- ¿Cómo que crees? Hace días que no nos vemos, te olvidaste completamente de mí – reclamó ella en tono triste, hizo que me sintiera mal.

- Discúlpame Alba – dije simplemente, un poco frio en mi opinión, casi nunca usaba ese modo para hablar con ella, ahora lo hacia inconscientemente.

- No importa, de todos modos nos vemos en un rato – susurró lo último y yo solo puse los ojos en blanco para luego concentrarme en el camino nuevamente.

- Tengo que colgar – dije rápidamente, repito, jamás era así con ella.

- Vale – me respondió y colgó ella luego de decirme que me amaba.

De acuerdo y mi pregunta era, ¿yo a quien mierda amaba? Definitivamente el amor hacia otra persona que no fuese mi hermano o mi madre o alguno de mis amigos, no existía para mi, las relaciones de ese tipo me hacían sentir atado a alguien y además de eso, siempre se termina sufriendo por esa mierda llamada amor, así que... ¿Qué hacia yo pensando en algo así? ¿Acaso pensaba en la posibilidad de ..? – Stop Tom, me dije a mi mismo en ese momento, ya me estaba imaginando cualquier cosa, definitivamente enamorarme era algo que nunca iba a sucederme, así que no tenia de que preocuparme y menos a mis 18 años, con mi belleza y con las linduras que había por ahí. Pero de nuevo ahí, en mi mente, estaba Belén, su carita dulce y expresión triste se aparecía frente a mí por momento acelerando mi corazón y asustándome a veces, puesto que no sabía porque me estaba pasando aquello.

Aparqué mi auto en la puerta de su casa, hice sonar la bocina un par de veces y abrí la puerta del auto para que ella subiera. En cuanto la vi literalmente me quedé sin aliento, eso no era algo que me pasaba todos los días, y si me llegaba a pasar, como se estaba dando en ese momento, pensaría que estaba enfermo o algo así.

Me relamí los labios y comencé a jugar con mi piercing un poco nervioso antes de saludarla, cuando eso pasó solo le sonreí y me acerqué a darle un pequeño beso en la comisura de los labios, sabia que eso le encantaba a cualquier chica, por un momento Belén me miró espantada pero luego cambió la cara y simplemente se concentró en el camino. Eso me daba a entender que ella, al igual que yo, quería algo conmigo.

- ¿Cómo estás? – me preguntó ella en un susurro sonando totalmente tierna, yo simplemente sonreí al escucharla.

- Muy bien, ahora que te veo – puse mi mejor tono seductor ante ella, como adoraba hacer aquello, también porque sabía que seguramente a ella le gustaba. Rocé levemente con la palma de mi mano su rodilla, al principio parecía asustada, luego tomó mi mano y la corrió de allí, yo reí.

- Me alegro – Dijo entre dientes algo incómoda – Creo que eso es darte demasiada confianza ¿no te parece? – giró su rostro un momento para mirarme y luego siguió con su vista en la ventanilla.

- Pero, no parecías demasiado desconfiada cuando me besaste, ayer – le recordé mientras comenzaba a jugar nuevamente con mi piercing, estábamos muy cerca de llegar. Pensé que me respondería pero solo se quedó en silencio, tal vez sin saber que decirme – Ya llegamos – le informé mientras me desabrochaba el cinturón de seguridad y bajaba del vehículo desde mi lado para abrir su puerta y que ella hiciera lo mismo, ni yo me creía tan caballero como lo estaba siendo en ese momento.

Entramos al lugar, bastante lleno de gente por cierto y lo primero que hice fue acercarme a ella y avisarle en un susurro que debía ir a buscar a mi hermano, pronto llegué donde estaba Bill y me miró algo molesto.

- ¡Al fin llegas! – exclamó con cierto tono de enojo y algo exagerado desde mi punto de vista.

- ¿Cuál es el problema hermano? – le pregunté tranquilamente, eso lo ponía más nervioso pero me daba igual.

- ¿Cómo que cuál es el problema? Vamos a tocar en 15 minutos y tienes que hacer la prueba de sonido frente a todos para que las cosas salgan bien y ni siquiera te permutas cuando te hablo – elevó el tono de su voz, haciendo que varios de los que estaban allí cerca nuestro se voltearan a vernos.

- ¿Podrías .. bajar el volumen? – le pedí amablemente acercándome un poco hacia donde el se encontraba y quitando la guitarra de su respectiva funda. El sólo me miró molesto y bufó.

- Chicos, en 10 minutos salen – Andreas se acercó a mi y apoyo su mano en mi hombro a modo de saludo y me tendió su mano sonriendo.

- ¿Hay chicas lindas no? – levanté las cejas varias veces y relamí mis labios esperando la respuesta de Andy con una sonrisa pícara mientras conectaba la guitarra a uno de los amplificadores.

- Siempre pensando en mujeres – soltó mi hermano despectivamente sin levantar su vista del papel que estaba leyendo.

- Vos tendrías que hacer lo mismo Bill, no entiendo como no te cansas de estar con solo una - lo miré confundido y volví mi vista a lo que estaba haciendo.

- Cállate Tom – fue lo ultimo que me dijo antes de subir al escenario, sabia que las cosas podían salir mal y más con Bill estando molesto conmigo.

Tocamos un par de temas, me concentré en buscar con la mirada a Belén y a la vez seguir a Bill con la guitarra y no olvidar las notas, las canciones no tenían demasiados ensayos pero logramos que aún así fueran tocadas sin problemas.

- ¡Fue Genial! – le dije a Bill una vez que nos fuimos del escenario.

- Si ¿no? .. pero para la próxima debe salir perfecto – me dijo y así como había hablado, sin decir nada se fue de allí, seguramente con su novia. Odiaba que se molestara tanto conmigo y se comportara tan idiota y cursi por depender de una chica y estar “enamorado”, que suerte que el Kaulitz fallado era el, no quería terminar siendo como Bill.

Guardé mi guitarra en su lugar y me dispuse a llevarla a mi auto para dejarla allí, no quería tener problemas luego olvidándola allí y eso, así que en cuanto salí y me crucé con Belén la tomé de la mano e hice que viniera conmigo.

- Felicitaciones, estuviste bastante bien – comentó ella mientras yo abría la puerta de atrás del auto y dejaba la guitarra allí.

- Oh, ¿y eso a que se debe? ¿No era que no te gustaría escucharme? – le pregunté con cierto aire de superioridad y me acerqué a ella mientras le sonreía pícaramente.

- Bueno, supongo que… mi opinión cambió – admitió un poco ¿nerviosa? Si, ella definitivamente lo estaba, era obvio, cómo alguien como yo no iba a intimidar a una chica ¿no?

- Ya veo – moví mi piercing lentamente mientras me apoyaba en el auto y la acercaba a mi lentamente por su cintura, pude notar como se sonrojaba al tenerme así. Le di un pequeño beso en los labios, no quería que las cosas se nos fueran de control y eso era algo realmente más que extraño en mi, me maldije internamente en cuanto volvíamos adentro y mi mente se puso a divagar pensando en las cosas que estarían pasando en ese momento de no haber sido porque solo le di un beso.

Al ingresar al lugar llevé a Belén a la barra junto conmigo, yo comenzaba a tener sed y lo mejor era llevarla a tomar algo. Al caminar por entre medio de toda la gente que estaba en el lugar no vi a Alba pasar por mi lado, ella obviamente si me había visto a mí. Me detuve dejando a Belén delante mío cuando sentí unas manos acariciar mi espalda, me giré y ahí estaba ella.

- ¡Tom! – dijo ella en un gran abrazo y al mismo tiempo se colgó de mi cuello y sin agregar nada más ni perder el tiempo, me beso.

No pude separarme de ella, la tomé por un momento de la cintura y profundicé un poco más aquel beso, aunque hubiera jurado que ese beso ya no me satisfacía como antes. En ese momento solo rogaba porque Belén no se haya girado a ver donde estaba, de seguro lo había hecho y en ese momento reaccioné y me separé de Alba, logrando que ella me mirara absolutamente confundida. Me fui tras Belén sin prestarle atención a Alba, aunque sabía perfectamente que la había re cagado como el mejor. En este momento no me daba la cara para hablarle y mucho menos darle explicaciones o atreverme a pedirle perdón.

Cuando llegué a donde ella estaba, ignoró mi presencia y se fue con otra chica mientras salían del lugar. Mi hermano me paró en seco cuando quise seguirlas a ambas, el estaba con Aly a su lado y dos chicos más, uno algo excedido de peso, que por cierto se veía gracioso y otro de pelo lacio, ambos rubios.

- Tom... ellos son Gustav y Georg – señalo a ambos a modo de presentación - Chicos, el es mi hermano gemelo Tom – les dijo a ellos haciendo que me sonrieran. Mi cara de culo en ese momento asustaba a cualquiera, eso explicaría el porque de que su sonrisa no haya durado más de dos segundos.

- ¿Y ellos quienes son? – lo miré a Bill aun sin entender, tampoco me interesaba demasiado una presentación más extensa de la que habíamos tenido hace unos segundos atrás.

- Ellos, buscan una banda, tocan teclados, pero si queremos pueden ser nuestros baterista y bajista respectivamente.

- Ahh miren ustedes, interesante – respondí algo enojado y en tono sarcástico – si me disculpan – me despedí de ellos dirigiéndome hacia la puerta sin prestarles más atención de la que se merecían conmigo. Oí un ¿siempre es así? Proveniente del chico gordo y rubio, y a él ¿que mierda le importaba como diablos era? Caminé hasta llegar a la puerta y ya no estaba, salí afuera y mucho menos estaba allí. Me maldije internamente y fui a la barra a pedir un vaso de cerveza. Odiaba esto, ¿Por qué la había cagado de esa forma?, me pregunté a mi mismo y apareció ella de nuevo. Rolé los ojos y bebí un trago bastante contundente de mi vaso, ignorándola.

jueves, 23 de septiembre de 2010

(Cap 5)



Narra Belén


A pocos metros de llegar al salón, Tom se ubico rápidamente a mi lado y tomó mi mano cuando entramos, aun había algunos lugares libres por lo que en cuanto yo me senté, el hizo lo mismo a mi lado.

You are like a bitter pill that I had to take.. Against my will.


Cantó Tom en voz baja, aunque por su tono de voz y la cercanía que había entre nosotros dos, se oía claramente.
- ¿Estas preparada para mañana? – Me preguntó acercando un poco su rostro hacia el mío. Sus ojos miel me atrapaban y negarse a lo que el pidiera era difícil.
- Si, después de todo es solo una salida .. contigo – hice una mueca de decepción y miré hacia otro lado.
- Si, solo conmigo – sonrió levemente jugando con el piercing de su labio, eso lo hacia jodidamente mil veces más sexy de lo que era – Además tendrás el privilegio de oírme y verme tocar – me guiñó un ojo.
- ¡Que interesante! – exclamé con un tono sarcástico.
- De hecho lo es, que no muestres interés precisamente en este momento no quiere decir que no te guste luego.
- Wouu que sorprendes, cuanta confianza en si mismo, chico “cool” – remarqué las comillas en el aire y lo miré mal, no me gustaba que fuese así.
- Soy un chico sumamente cool – me sonrió nuevamente, sentía que me estaba cargando, pero comprendí que “lamentablemente” era así.
Dejé de hablarle en cuanto la profesora ingresó en el curso e intenté como la ultima vez, concentrarme inútilmente, dado que se podría decir que comenzaba a interesarme en mi compañero, por razones que aun desconocía, nunca me había atraído un chico con su personalidad, no solo por el hecho de que jamás había conocido a alguien así, sino también por la situación en la que me encontraba, además de que por el momento no consideraba como prioridad comenzar a fijarme en algún chico con quien estar.
La clase transcurrió larga y aburrida, seria habitual que fuese así, solo esperaba que llegara la especie de “diversión” cuando comenzara las clases de canto, foniatría y expresión corporal, que para mi suerte compartía con él.
No quería comenzar a sentirme atraída por él, mucho menos me creía dispuesta a “enamorarme”.
- ¿Nos vamos? – Me preguntó logrando sacarme de todos mis pensamientos solo al oír su voz. Vi como tomaba mi bolso. ¿Acaso pretendía que me fuera con él?
- ¿Nos vamos? – repetí su pregunta torpemente confundida haciendo que el soltara una risotada que hasta casi me hace reír a mi. Permanecí un poco seria.
- Si, te llevo con mi auto hasta tu casa, ¿te parece? – miré hacia el piso algo perdida, ¿que me sucedía hoy?, el acarició mi mejilla y me tomó del mentón haciendo que lo mirara y con su brazo me acerco a él lo más que pudo – ¿Que dices? – susurró cerca de mis labios casi rozándolos, mi corazón latía aceleradamente y mis mejillas estaban algo rojas seguramente.
- De acuerdo, gracias – sonreí a medias y lo que vino después de eso, realmente para ser completamente razonable, despierta y mucho más sincera, no me lo esperaba. Posó sus labios carnosos sobre los míos, se sentían tan delicados ante el movimiento necesario para besar los míos que no quería que por ningún motivo se separara de mi. Apoyó su mano más firmemente sobre mi cintura y la acarició salvajemente, mientras incrementaba la intensidad del beso poco a poco haciendo que mi lengua y la suya se masajearan en una especie de batalla por ver quien devoraba más la boca del otro.
En ese momento oímos claramente como alguien aclaraba su garganta cerca nuestro y si, ahí estaba, esa maldita vieja que llegaba a cagarnos el momento, pero a decir verdad fue un alivio que haya sido de esa forma, porque por como iban dándose las cosas ese beso no iba a terminar bien si continuaba por unos minutos más. Nos separamos mirándola avergonzados y ella simplemente nos lanzó una mirada envenenada y se marchó de allí. Ya no quedaba nadie allí por lo que salimos nosotros dos también, no me anima a hablarle, solo sonreí y mantuve mi cabeza gacha hasta llegar a su auto.
Me abrió la puerta y espero a que me sentara para entregarme mi bolso y sonreírme tiernamente. Hizo lo mismo con el y en cuanto estuvimos listos dentro del auto lo puso en marcha, prendió su reproductor y se escuchó esa rara música por todo el auto. Ambos nos miramos de reojo durante todo el viaje sin decir nada, le indiqué donde era mi casa y a los pocos minutos llegamos.
- Te veo mañana bonita – susurró y se acercó hacia mi lado abriendo la puerta desde adentro, dejándome anonadada.
- Belén – le dije yo con voz cansada, de hecho lo estaba y mucho.
- Ok, nos vemos mañana, Belu – me susurró al oído y antes de bajarme me dio un pequeño beso en la comisura de los labios. En cuanto pisé la puerta de mi casa y me giré para abrir la puerta luego de despedirme con la mano de él, no pude evitar que una sonrisa picara de felicidad se escapara de mi en ese momento.


Dejen sus comentarios acerca del Fic, lo apreciaria mucho, las adoro. GRACIAS POR LEER♥

(Cap 4)


Narra Belén.

I don't want to be a soldier with the captain of some sinking ship with snow, far below so if you love me.. Why'd you let me go? I took my love down to violet hill there we sat in snow all that time she was silent still. So if you love me won't you let me know? …

Me dejé caer en el sillón de la sala de estar, concentrada en la letra de la canción y en mis pesados parpados. Dormité en esa posición por un momento, soñé con algo levemente nítido pero no recordaba con certeza de que se trataba.
Me estiré lo más que pude manteniendo aún mis ojos cerrados, igualmente de aquella manera, ese rostro no se iba de mi mente, mucho menos su sonrisa. Hice un mohín y finalmente me incorporé de allí para asustarme luego con el timbre aturdidor de mi celular, supuse que eso le haría peor al dolor de cabeza que comenzaba a hacerse sentir.


Música --- 2.30hs

Según esa alarma, me quedaba solo media hora para arreglarme mínimamente, lavar mi cara y tomar mis cosas para llegar a tomar a tiempo mi clase. Lo vería de nuevo, pensé internamente y por una razón que claramente aún desconocía sonreí estúpidamente y me quedé mirando a la nada por un momento.

Estaba llegando al conservatorio cuando mi celular comenzó a sonar, ¿quién era?

- ¿Hola? – fue lo primero que dije luego de llevar el auricular a mi oreja.
- Hola Bonita – dijo él, lo más seductoramente que pudo, haciéndome sonreír de nuevo- ¿Vendrás a clase no?
- Si – le respondí en un susurro sin poder fingir al menos un poco de frialdad en mi voz, recordé un pequeño detalle que no podía dejar pasar por alto – ¿Como conseguiste mi celular? – le pregunté como con miedo de su respuesta.
- Estaba en la lista de los alumnos, junto a los números importantes para localizar a cada uno, solo me tomé el atrevimiento de anotar el tuyo, no te molesta ¿cierto? – ¿Qué si me molestaba? En realidad me parecía un chico que además de guapo era inteligente, pero aun no me cuadraba un poco esa mente suya como para fijarse justo en alguien como yo, tan vacía.
- Ah .. De acuerdo, estoy llegando, nos vemos en .. – en ese momento estaba entrando al lugar y me choqué nuevamente con alguien que salía apresurado - ¿Por qué no te fijas por donde vas? – le pregunté levantando una ceja y en el peor tono de voz que podía llegar a tener, aún tenia mi teléfono en la mano.
- Ohh cuanta violencia – me dijo el chico levantando las manos, yo simplemente lo miré algo borde, era Tom, solo alguien medio idiota como él tenia la inteligente y despierta idea de salir como lo había hecho, sabiendo que yo iba a entrar.
- Si si – le dije algo molesta – ¿Que parte de ‘estoy llegando’ es la que no entendiste? – lo miré como inspeccionándolo y fruncí un poco el ceño, su cara me daba algo de risa, pero no me reiría, no por ahora al menos.
- Perdón – se encogió de hombros e hizo un gesto con las manos – solo quería salir a esperarte, o sea temía que te pierdas – Ok, esta vez si solté una risa, pero a modo de sarcasmo.
- Aay, muchas gracias por preocuparte por mi, tengo un GPS personal – exageré mi expresión y llevé mis manos hacia mis mejillas a modo de sorpresa. Él solo me saco la lengua y sonrió, cosa que me pareció sumamente tierna.
- Bueno, que tal si dejamos de .. contarnos chistes y entramos de una vez – me dijo tomando mi cintura suavemente y atrayéndome un poco hacia el, el aliento que acompaño sus ultimas palabra chocó contra mi rostro haciéndome estremecer. ¿Debía separarme de el, o permanecer un momento más así?, no me iba a quedar mucho más tiempo analizando la situación, aunque una parte de mi me decía que debía hacer eso mismo, su mano traviesa comenzaba a querer jugar por debajo de mi remera y ese contacto no se sentía para nada mal.
- Ehh – que demonios? No me salían las palabras – Si – le respondí y mi voz sonó algo apagada, el solo soltó una risita por lo bajo y lo separé de mi para dirigirme al salón.


Cap Corto, mañana les prometo más :)
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martes, 21 de septiembre de 2010

(Cap 3)



Narra Tom

¿Tom, en que lio te has metido? Fue la primera pregunta que azotó por un momento mi cabeza, simplemente había tenido la amabilidad de invitar a aquella solitaria chica a salir a tomar algo conmigo, todo un privilegio ¿no?

Me sobé la nuca recordando que también tenía novia, aunque no estaba demasiado seguro respecto de si éramos precisamente eso. Alba. Ella era una chica maravillosa, muy agradable conmigo, simpática, mi chica ideal, eso sin descontar las noches de placer que pasábamos cada que la tenia en mi cama. Solo me tomaría esta salida como una forma de despejarme de todo, estar con ella no traería grandes consecuencias, solo era mi compañera de clases y tendría que verla la mayoría del tiempo por lo que debía intentar no sobrepasarme con ella de ningún modo. Había algo de su personalidad que sin duda me había atrapado, no era con las demás chicas con las que había andado, era diferente incluso se podría decir que me hacia sentir inferior a ella con solo mirarme o tratarme de cierta manera, esa actitud ruda que estaba tomando conmigo me fascinaba, sin dudas era todo un reto pero sabia que no demoraría mucho en caer a mis pies, como sucedía con la mayoría.

Tomé mi guitarra y una libreta que tenia cerca, comencé a anotar un par de notas sueltas sobre la partitura, simplemente ponía las primeras que se me venían a la mente sin darle demasiada importancia. Las toqué intentando que sonaran armoniosamente, seguramente el que escuchara aquello pensaría que es un desastre, hasta yo mismo lo pensaba pero que va, estaba haciendo lo que me gustaba y estaba... pensando en una chica, ¿Yo? ¿Pensando en una chica? Esto era demasiado imposible, no pensaba en UNA chica hace siglos, en cambio, pensaba en las cosas morbosas que podía practicar con la primera que encontrara por allí, pues mi cuerpo no parecía querer conformarse simplemente con mi novia.

- Tom, ¿Puedo pasar? – tocaron la puerta de mi habitación y claramente la voz proveniente desde fuera era la de Bill, mi gemelo.

- Si, pasa – le respondí aun concentrado en lo mío.

- ¿Estas componiendo? – me miro entre extrañado y a punto de reír, yo solo levanté una ceja esperando que eso le sirviera de afirmación y continuara hablando - Lamento tener que molestarte – esta vez si soltó una risita.

- ¿Qué mierda quieres Bill? – lo miré algo molesto, no entendía por que demonios se reía de mi, hacíamos música juntos ¿no era así?

- Tranquilo – hizo un gesto con las manos y suspiró – solo quería saber si no has olvidado lo del sábado.

- ¿Qué sucede el sábado? – lo miré sin entender.

- Es la noche de micrófono abierto, ¿recuerdas? – ¡Cierto!, Andreas nuestro mejor amigo nos había invitado al bar de su padre todas las semanas, diferentes días para pruebas de sonido y hablar de las idioteces que se nos cruzaban en el momento, hasta que al fin una bendita idea calló del “cielo” y nos propuso que tocásemos cuando quisiésemos, cosa que no me resultaba mal en lo absoluto, tocar la guitarra era lo mío y ¿por qué no hacerlo frente a todas las personas que iban allí?, pero había algo más el sábado gran problema, la salida con Belén, yo mismo me sorprendía de seguir recordando su nombre aún.

- Ehm si – le respondí mirando hacia otro lado, casi como fingiendo que era idiota - ¿Tenemos que ir?

- Por supuesto que si, y puedes decirle a Alba que te acompañe – me ofreció con una sonrisa en tono un tanto persuasiva al mismo tiempo que se sentaba a mi lado y tomaba mi libreta curiosamente para inspeccionar lo que había hecho.

- Ni loco – negué con la cabeza rápidamente – Ehmm digo, no, no creo que le interese estar allí – le quité rápidamente la libreta de las manos y la oculté debajo de mi almohada.

- Hey! Era bueno – ladeo la cabeza hacia un lado mirándome un tanto confundido, yo me maldije internamente por lo dicho anteriormente – ¿Estas bien? – me preguntó con tono de preocupación.

- Si Bill, no tengo fiebre, aún camino y no me falta el aire, ¿feliz? – sonreí un poco molesto de que me mirara de aquella manera, sabia que le estaba ocultando algo, pero por más que no era la gran cosa, no se iba a enterar de eso ahora.

- Me das miedo Tom, estás raro – me miró un tanto serio esta vez, me ponía nervioso que hiciera eso, pero respiré hondo y miré mi guitarra un momento.

- Bill de verdad, no te crees ideas en esa mente retorcida que tienes, no me van tus clases de psicología eh – toqué unos cuantos acordes sin prestarle la más mínima atención.

- Ok, pero si querés hablar ya sabes que estoy, golpeas mi puerta, me decís “boludo abrí” y tu hermanito va a estar para vos – rió con lo ultimo provocando que en conjunto con lo que había comentado antes riera yo también.

- Gracias – hice voz de gay y lo acompañé hasta en mi semblante. Reímos nuevamente.

- Me voy Tom, supongo que voy a estar un tiempo en casa de Aly, a menos que me necesites – ciertas palabras en esa oración para mi estaban de más.

- Nooooo – negué rotundamente – Por mi quédate el tiempo que quieras allí eh, sin problemas bro – solté una risa y estiré las piernas acomodando mi gran pantalón – y dale saludos a Alba de mi parte – agregué guiñando un ojo, Bill volvió a mirarme raro de nuevo.

- Eh.. De acuerdo – cerró la puerta por detrás de él antes de abandonar mi habitación y devolverme la paz que antes tenia .. aunque sabia que esa paz, al fin tenia nombre.


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